El mercado de criptomonedas en Venezuela aumentó más del doble en un año, lo que «supera con creces» el crecimiento de «cualquier otro país» en América Latina, indicó este miércoles Chainalysis, una empresa estadounidense especializada en el área.
Según cifras suministradas a EFE, el mercado en el país alcanzó los 11.700 millones de dólares en el segundo trimestre de este año, un alza del 134 % frente a los 5.000 millones del mismo período en 2023.
Chainalysis considera que el país, pese a sus «acontecimientos políticos», sigue «siendo uno de los mercados de criptomonedas de más rápido crecimiento» en la región, debido a que, entre otras razones, los venezolanos se sienten atraídos por ellas para «combatir la caída del valor del bolívar», la moneda local, aunque ha registrado este año una mayor estabilidad frente al dólar, respecto a períodos anteriores.
Por otra parte, si bien los servicios centralizados siguen siendo los más populares hasta ahora, la «creciente participación de las finanzas descentralizadas será un área que observar en el país en el futuro cercano», de acuerdo a un reporte de Chainalysis, que prevé una mayor aceleración de este proceso si el Ejecutivo de Nicolás Maduro «apoya explícitamente la innovación en criptomonedas».
Venezuela se ubica en el puesto 14 del Índice de Adopción Global de Chainalysis, uno de los cuatro países latinoamericanos que están en el top 20, además de Brasil (9), México (13) y Argentina (15).
Expertos venezolanos consideran que en el país hay una serie de debilidades relacionadas con servicios, legislación y educación que juegan en contra del desarrollo de las criptomonedas, usadas, básicamente, como reserva de valor, mientras que su peso en transacciones comerciales se mantiene reducido.
Además, el sector enfrenta limitaciones debido a la reestructuración de la Superintendencia de Criptoactivos y Actividades Conexas (Sunacrip) en marzo de 2023 por una trama de corrupción que involucró al entonces ministro de Petróleo Tareck El Aissami y al jefe de la superintendencia Joselit Ramírez.
Por EFE