El nuevo rector de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab), Arturo Peraza; tiene claro cuáles son los retos a los que debe hacer frente, una tarea que le resulta “fácil y difícil a la vez».
En su expediente tiene el bagaje de haber estado al frente de la Ucab – Guayana, donde tuvo la oportunidad de curtirse en la formación de universitarios de temple y creatividad, que han hecho de un título emanado de esa universidad, un aval nacional e internacional.
«Fui parte del equipo del rector Virtuoso y entre otras cosas, marcó una línea que define lo que es hoy la Ucab: un alto nivel de competencia, en las que me apalanco para iniciar mi línea de trabajo».
Su lineamiento apunta a continuar y profundizar en la calidad y diversificación de la casa de estudios.
«Estamos bien valorados entre las mejores universidades de América Latina y somos la única en el ranking de universidades privadas», comentó.
Uno de sus objetivos es combatir el abandono y la desescolarización. Su propuesta para ello, es hacer ver lo que hay que construir y lo que se debe hacer.
En tal sentido, aseguró que cuenta con todo el personal de la institución, por lo que buscará ofrecer siempre una oportunidad a los estudiantes con una visión más moderna y los mejores elementos.
«Tenemos que prepararnos para enfrentarnos a este siglo XXI que tenemos por delante. Esto se logra con capacitación, moverse en contra de la depresión, la tristeza y crear un nuevo horizonte», señaló.
La importancia de construir ciudadanía
El galardón Premio Valores Democráticos, que lleva ahora el nombre de Francisco José Virtuoso S.J., y entrega el Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la UCAB, fue otorgado en su cuarta edición a Román Duque Corredor y a la UCV en la categoría “Integridad Democrática”; al padre Alfredo Infante S.J y a la ULA en la categoría “Libertad de Pensamiento”; y a Roberto Patiño en la categoría “Hacedores de Democracia”.
Durante la entrega, Peraza destacó que los ganadores de este reconocimiento han demostrado con su ejemplo la importancia de construir ciudadanía.
“El padre Virtuoso nos enseñó a descubrir en medio de la comunidad ese llamado que de alguna manera vuelve a brotar. También decía que ojalá lleguemos al tiempo en que no se necesiten ONG de defensa de los derechos humanos porque hayamos superado esta realidad. Mientras tanto, tocaremos las puertas para hablar de democracia y de valores”, resaltó.