Elías Aponte, coordinador de Fedecámaras Miranda, indicó que han propuesto que las empresas trabajen de forma promediada, es decir, con una rotación de personal en el esquema 7+7, sin embargo, el ejecutivo «ha hecho oídos sordos».
La propuesta básicamente se hace para cumplir con las medidas de bioseguridad y permitir la operatividad productiva del estado, que como muchos, opinan que el método implementado por el gobierno no ha funcionado.
«Una empresa puede trabajar siete días con un turno de personal y los otros 7 días con otro turno, es decir, hacer cuadrillas intermitentes de tal forma que no generen aglomeración en los puntos de trabajo»
Aponte, menciona que el nivel de productividad varía. Por ejemplo, hay empresas de higiene personal que están totalmente paralizadas, mientras que el sector alimento que trabaja a un 40% de su capacidad.
En algunos casos las paralizaciones se debe a la falta de movilización del personal, falta de efectivo y falta de gasoil que ha llevado a no tener materia prima para trabajar.
Sobre la situación con el combustible del que Conindustria afirmaba que 93% de los industriales no disponían de diésel, aseguró que en la entidad no se escapa de ello, pues en los centros de distribución está ausente.
Refirió que empresas que por las fallas eléctricas utilizaban plantas con gasoil no han podido operar debido a la problemática, afectando la producción en el estado.
Hasta tres días en la autopista Petare-Guarenas, se puede esperar por la llegada de la gandola con el combustible, dijo.
A la par que aseveró que es una situación que hace que se retrasen todos los suministros de mercancías al interior del país y que también se generen conflictos laborales, «por eso el llamado es a las autoridades para que hagan un suministro confiable».
Tributos y servicios
En este punto cuestionó la forma en que se está dando el proceso, ya que, se están aplicando tarifas exorbitantes mientras las empresas no tienen el mismo nivel de producción.
El pago de tributos lo están haciendo según los pagos anteriores al año 2020, es decir, al nivel productivo que tenían en 2019.
«Si es así estamos en contradicción porque se trata de pagar sobre algo que no es real, lo que debería ser el tributo es pagar sobre la realidad de la producción efectuada, pero no han entendido eso», destacó.
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