Las importaciones venezolanas de alimentos alcanzaron en 2024 un total de 3.022 millones de dólares, lo que representa un alza de 9% en comparación con el año previo, de acuerdo con un informe reciente del Departamento de Agricultura de Estados Unidos.
El monto es el más alto desde 2015 y significa un incremento de 111% en contraste con 2019, cuando se tocó el mínimo histórico.
El reporte indica que el país recurrió el año pasado principalmente a cinco mercados para abastecerse de materia prima, productos intermedios, de consumo y para la agroindustria. La lista la encabeza Brasil con 29% del total, seguido de Estados Unidos (26%), Colombia (10%), Turquía (7%) y Canadá (6%).
El grueso de las compras se concentró en productos intermedios que después se procesan en el país y que totalizaron 1.048 millones de dólares (35% del total y 2% más que el año previo) y en productos de consumo directo cuya factura ascendió a 1.014 millones de dólares, un alza de 19% en contraste con 2023.
«Las importaciones agrícolas mejoraron significativamente la disponibilidad de alimentos en Venezuela, se recuperaron más rápido que la producción nacional y abastecen aproximadamente el 60% del suministro total de alimentos del país», señala el organismo estadounidense en su informe.
El resto de las adquisiciones fueron de productos a granel por 858 millones de dólares (un crecimiento de 3%) e insumos para el agro por US$101 millones. Estos últimos fueron los que más aumentaron con un alza de 54%.

Visto en detalle por productos, las estadísticas señalan que el primer lugar de las importaciones lo ocupa el maíz con un monto de 306 millones de dólares, un alza de 17% en comparación con 2023, seguido de harina de soya con US$297 millones, una disminución de 11%.
Mientras tanto, productos lácteos facturó 36% más para llegar a US$237 millones, trigo que cayó 8% a US$234 millones y azúcares que registraron un monto de US$214 millones, un alza de 32%.
Las importaciones también crecen en volumen
Los datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos aportan también información de las importaciones venezolanas por volumen en 2024, y allí se observa un incremento de 15% en comparación con el año anterior y de 65% si se contrasta con el peor año histórico que fue 2019.
En total llegaron a los puertos del país 4,9 millones de toneladas de alimentos, la mayor cifra desde 2018. Los productos a granel abarcaron 57% del total con 2,8 millones de toneladas (17% más que en 2023), pero los que mayor incremento registraron fueron los productos para la agroindustria con una variación de 46% al alcanzar las 28.000 toneladas.
En cuanto al origen, el ranking de países donde se compra varía con respecto a la medición en términos de valor, pues Estados Unidos toma la delantera con 1,9 millones de toneladas (53% más que el año previo) y le sigue Brasil con 1,3 millones de toneladas, una baja de 1%. De donde más bajaron las importaciones por volumen fue de Turquía que totalizaron 334.000 toneladas, 20% menos que en 2023.
El informe señala como factores claves en el crecimiento de las importaciones de alimentos «la liberalización económica, el fin de la hiperinflación y un mayor rol del sector privado en el comercio internacional». Además, destacan la fuerte alza de las compras externas por volumen entre 2019 y 2024 desde Canadá (612%), Estados Unidos (364%), Argentina (270%), Brasil (126%) y Turquía (47%).
Otro aspecto que señalan es el incremento en el último quinquenio de las importaciones de productos intermedios, es decir, alimentos parcialmente procesados que sirven de insumo para la industria nacional. La expansión fue de 99% en volumen, mientras los productos de consumo directo lo hicieron en 98% y los a granel 45%.
Acotan que «desde 2022 Venezuela ha reducido gradualmente las compras externas de productos de consumo e incrementado las adquisiciones a granel e intermedias para apoyar la industria nacional».
Los alimentos que en mayor volumen importó el país en 2024 fueron: maíz con un millón de toneladas (39% más que en 2023), trigo con 831.000 toneladas (alza de 13%), harina de soya con 712.000 toneladas (12% de incremento).
Por el lado contrario, se importaron menos cargas de arroz: 327.000 toneladas (una disminución de 34%), harinas procesadas: 230.000 toneladas (-10%) y pasta 193.000 toneladas (-22%).
Otros detalles se pueden observar en el informe del Departamento de Agricultura de Estados Unidos como, por ejemplo, el principal producto que se importa por país. Así, se aprecia que el principal proveedor de maíz, arroz y harina de soya, de Venezuela, es Estados Unidos, mientras de pasta es Turquía, de trigo es Canadá y de aceite de soya y productos lácteos es Brasil.
Panorama de las exportaciones y expectativas
El informe del Departamento de Agricultura de Estados Unidos se refiere brevemente a las exportaciones agrícolas de Venezuela y señala que desde 2019 se han incrementado 62%, «impulsadas principalmente por el aumento en las ventas de productos del mar, bebidas alcohólicas destiladas, cacao, productos de chocolate, productos forestales y legumbres secas (como los frijoles)».
Las exportaciones agrícolas venezolanas totalizaron 732 millones de dólar en 2024, con un crecimiento interanual del 10% y su mejor dato, al menos desde 2017.
Los principales mercados de destino fueron la Unión Europea (con una participación de 42%), Estados Unidos (24%) y China (7%). El documento destaca que «el comercio de productos agrícolas es el segmento más importante de las exportaciones no petroleras de Venezuela».
Por otro lado, en el informe estadounidense se proyecta una contracción económica de entre 2% y 4% en 2025, «revirtiendo la recuperación previa registrada entre 2021 y 2024.
Esta desaceleración se debe a la reimposición de sanciones sobre el petróleo y el gas, así como a un débil mercado petrolero global, lo que ha provocado una disminución en los ingresos por exportación de petróleo».
Ante este escenario estiman que se «reduzcan las importaciones agrícolas entre 10% y 15%. Esto afectará fuertemente las importaciones de productos de consumo y moderadamente las de productos a granel y productos intermedios».
Por Jean Carlos Manzano G. (Exclusivo para Banca y Negocios)