La epidemia de hurtos de partes y piezas de vehículos se ha extendido de las calles hasta los propios estacionamientos de los centros comerciales.
Los hurtos de partes y piezas de vehículos, en especial automóviles y camionetas, constituyen quizá uno de los delitos más frecuentes en las grandes ciudades del país, y al mismo tiempo de los menos reportados. La policía judicial, a través de sus distintas subdelegaciones, aplican numerosos subterfugios para no incorporar las denuncias de estos casos a las estadísticas oficiales, pues saben que de lo contrario tendrían que reconocer un severo incremento en el delito.
Aun así, la casuística reportada directamente por las víctimas a quien les habla, e igualmente lo que se informa a través de las redes sociales sugiere que los estacionamientos privados también están siendo escenario de la sustracción mediante agilidad o destreza de partes y piezas de vehículos.
Las referencias al respecto indican que algunos centros comerciales ubicados en la avenida Libertador, así como en el municipio Chacao han sido visitados por estos antisociales. Otros testimonios indican situaciones similares en ciudades como Valencia y Maracaibo.
En todos los casos, los delincuentes tratan de ocultarse en aquellos rincones de los aparcaderos que estén menos iluminados y más apartados de la vigilancia que pueda ofrecer el personal del estacionamiento.
Y cuando hablamos de agilidad o destreza, nos referimos a que, en estas condiciones aparentemente adversas, los antisociales actúan de forma tan rápida que son capaces de sustraer el caucho de la maletera o la batería en apenas unos segundos. Luego, ocultan estas piezas en algún vehículo que estén utilizando y salen del lugar como si nada.
Los testimonios indican además que la frecuencia de estos hurtos se incrementa los fines de semana. Tal parece que los sábados y domingos disminuye el personal de vigilancia en los estacionamientos, y por ende se incrementan las oportunidades para los hurtos de partes y piezas de los vehículos.
A esto se une un nuevo factor, y es que los estacionamientos solo cuentan con cobertura de un seguro de responsabilidad civil que no sirve para reponer el daño causado a los usuarios por estos antisociales. Así que prácticamente el usuario se encuentra desprotegido, a pesar de que paga una cantidad cada vez más alta por la utilización de estos espacios.
En estas condiciones, lo más recomendable es evitar el uso de estacionamiento mal iluminados y con escasa vigilancia por parte de su personal. De igual forma, es preferible aparcar en aquellos lugares que estén cercanos a la caseta principal. Y desde luego evitar a todo trance la utilización de los servicios de valet parking. Piense solamente que si no se hacen responsables del vehículo cuando usted se lleva su propia llave, menos lo harán si la llave queda en manos de los parkeros.
Escucha el micro completo haciendo clic aquí