Falta de financiamiento, situación política y presión fiscal merman niveles de producción y productividad de las empresas venezolanas

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El promedio de las transacciones en divisas efectuadas por las empresas consultadas fue de 56,2%, casi cuatro puntos menos que en el primer trimestre.

Al cierre del segundo trimestre de 2024, la Encuesta Cualitativa Empresarial de Fedecámaras, reflejó que las expectativas de crecimiento del sector privado – para finales de año -, son del 4,2%. Cifra que muestra una baja, con respecto, a los datos aportados por los líderes gremiales durante los meses de enero, febrero y marzo, los cuales apuntaban a una evolución promedio de más del 8%.

El panorama, es que, hasta junio del año en curso el financiamiento bancario, la situación política, la inseguridad jurídica y las fallas en los servicios públicos, continuaron limitando la dinámica de las empresas, no obstante, el ligero crecimiento reportado en áreas como manufactura (13,2%), comunicaciones y otros servicios (6%), comercio (2,4%) y agricultura (1,8%), con relación al primer trimestre (1T) del presente año.

Sin embargo, los índices no favorecieron a sectores como el turismo, la construcción y los servicios inmobiliarios, entre otros.

Los datos reflejados en el documento también exponen que el empleo se mantuvo estable, mientras que la Remuneración Promedio Mensual (RPM) del personal obrero en la empresa privada, fue de $183, dando paso a una subida porcentual del 1,7% del RPM, con respecto al IT 2024. Ello se traduce en un incremento de 195.2% con respecto al primer trimestre del año 2021.

  • Operatividad limitada

Durante el periodo citado, la dinámica de las empresas continuó marcada por factores que merman sus niveles de producción y productividad; siendo el financiamiento bancario, con un 14.9%, el principal adversario, seguido por la situación política (13.4%), el entorno macroeconómico (13.1%), la alta presión fiscal (12.9%) y las fallas en los servicios públicos (11.3%). Otros aspectos mencionados fueron inseguridad jurídica, baja demanda, escasez de combustible, política arancelaria y contrabando.

En lo que corresponde a la falta de créditos, un 14.9% de los consultados indicó que este fue un elemento determinante para el descenso en los indicadores de desempeño empresarial. Los representantes de la manufactura y la agricultura lo ubican en la primera posición, mientras que el comercio y los servicios turísticos lo colocan en el segundo lugar.

Los datos recabados muestran que un 88% de los consultados manifiesta que la falta de combustible impactó negativamente en la dinámica operativa de las empresas. Los sectores que reportaron mayor incidencia en este indicador fueron manufactura, agricultura, comercio y turismo.

En lo que corresponde al suministro de energía eléctrica, el 77% de los encuestados señaló que tuvo inconvenientes por las constantes fallas en este servicio. De igual manera, un 91% de la muestra calificó que esta situación tuvo algún tipo de conmoción en el desempeño de las empresas.

Los gremios vinculados a sectores como la agricultura, el comercio, el turismo, la manufactura, comunicaciones y otros servicios e inmobiliarios, fueron los más afectados por las deficiencias en este servicio público.

  • De la oportunidad de inversión a las transacciones

Las empresas del sector privado continúan presentando altos niveles de capacidad instalada disponible o como oportunidad de inversión. Para el periodo en consulta, el promedio es de 48,5%.

Sectores como la construcción (73.8%), manufactura (66.2%), servicios inmobiliarios (50%), el comercio (46.6%) y comunicaciones y otros servicios (37.7), son las áreas donde se encuentran las empresas que ofrecen mayores oportunidades para la recuperación y activación. Por lo general es allí donde se concentra la mayoría de las fuentes de empleo disponibles en el país, y que tienen posibilidad de recuperación a través de la inversión nacional o foránea.

En otro orden, hasta junio de 2024, el promedio de las transacciones en divisas efectuadas por las empresas consultadas fue de 56,2%, casi cuatro puntos menos que en el primer trimestre.

El estudio de Fedecámaras también arrojó que el índice de confianza del empresariado mejoró 5,1%, con relación al segundo trimestre de 2023. Es importante reiterar que este estudio cualitativo, consultó la percepción de los entrevistados para el trimestre abril-mayo-junio del presente año, así como sus expectativas para lo que resta de 2024.

Nota de prensa