Apostando a la construcción de la Venezuela Agroalimentaria del futuro, la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios de Venezuela (Fedeagro) presentó seis propuestas de políticas públicas para el Sistema Agroalimentario Venezolano.
Se trata del financiamiento, parafiscalidad, distribución de alimentos, marco legal e institucional y política comercial, las cuales pudieran significar el «apalancamiento» necesario para iniciar el despegue y la recuperación de los sectores que lo integran.
En un comunicado, la organización indicó que para ello es necesario reconducir el Sistema Agroalimentario, la Economía y la Sociedad venezolana, así como restituir a la agricultura el rol primordial, que «en el desarrollo armónico del país debió mantener aún después del despegue petrolero en los años veinte».
De tal modo, que exhortaron a la dirigencia nacional a reflexionar sobre la imperiosa y urgente necesidad de fortalecer la agricultura:
«No solo por su importante papel en la producción de alimentos, sino por su rol primordial en la ordenación del espacio, sus encadenamientos con otras actividades económicas; la generación de empleo y el valor agregado regional que representa; también por la sustentabilidad del ambiente, el paisaje y la vitalidad que su actividad involucra, en fin por su contribución al desarrollo y al progreso del país»
La declaración se realizó en el marco de la Asamblea Anual de la Confederación que realizó en Portuguesa este miércoles 26 de mayo, acompañada por Federaciones, Asociaciones, Cooperativas, Fundaciones y Cámaras de Fedeagro.
Allí, subrayaron que la agricultura venezolana atraviesa la etapa más critica de la historia republicana del país, ya que las erradas acciones del gobierno agrícola, han llevado a la producción actual de los principales rubros agrícolas a niveles equivalentes a cinco décadas atrás.
«El sistema financiero colapsó, el crédito agrícola practicamente desapareció, continúan las invasiones y la inseguridad jurídica, crece la inseguridad personal para los agricultores y las fallas en los servicios, principalmente el combustible y la electricidad conspiran contra los productores del campo»
Asimismo, refierieron que el desabastecimiento de gasoil, amenaza con colapsar el sector agropecuario.
Dejando cosechas perdidas, tierra no preparada, reducción de superficie sembrada, cultivada y cosechada, récords negativos en la mayoría de los rubros es la realidad que hoy vivimos.
Por eso remarcan que la Venezuela Rural depende de la actividad agropecuaria, en 17 estados del país, la primera actividad económica es la agricultura y la ganadería.
Por lo que «absolutamente todos sus habitantes están vinculados a los procesos productivos del campo, las consecuencias recesivas son allí más profundas y complejas que en el sector urbano».
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