Una de las muchas consecuencias que trajo la interrupción del servicio eléctrico, fue la pérdida de alimentos perecederos en momentos de precariedad, la suspensión de un servicio vital como lo es al agua y la interrupción en las cadenas de abastecimiento y reposición de mercancías, para solo mencionar algunas.
Valencia, capital industrial de Venezuela , fue una de las más afectadas por esta situación. Carlos Luis González Wolf, presidente de Fedecámaras Carabobo, estuvo conversando con con Richard Fortunato, en el programa «Informe Fedecámaras», sobre el impacto que esta situación ha tenido en las empresas del sector. » Con la a interrupción del servicio eléctrico, el sector empresarial que ya estaba afectado, recibió otro duro golpe ya que que en la región es donde se concentran la mayor cantidad de empresas del país», comentó.
«Aquí en la zona central, Carabobo, Aragua y Cojedes no sabemos desde hace mucho tiempo lo que es el agua potable. Se están mezclando aguas servidas con agua potable. Las estaciones de purificación y tratamiento del agua están obsoletas o paralizadas y esa es el agua que se está bombeando a la casa de cada quien (…) Eso perjudica al sector empresarial debido a que en la hidrológica están suministrando unos aditivos, a base de metales pesados, que no los filtran los ductos normales que tenemos en nuestras plantas y eso afecta los productos finales que estamos ofreciendo».
Esta situación vino a impactar a una región que viene sufriendo de un deterioro progresivo como consecuencia de la crisis económica del país.»A toda esa situación le añadimos que después de honrar nuestra cargas laborales en el mes de diciembre, el pequeño empresario se quedó sin capital de trabajo, por lo tanto no tiene reposición de inventario y ese negocio se quedó cerrado». Esta situación aunado al proceso de hiperinflación en el país, ha ocasionado el cierre progresivo pero sostenido de industrias y pequeñas empresas que no han podido con la carga.
«Nos quedan menos del 10 % de todas las grandes empresa e industrias que teníamos a finales de los 90 (…)de 6 mil empresas que teníamos, nos quedan 500 empresas operativas, sin meter a las pymes (…) Tenemos un sector metalúrgico que no recibe materia prima desde hace 3 años, tienes el sector de los derivados que procesan los el plástico, que son los que hacen los envases, que tampoco reciben materia prima desde hace 2 años» . Y esa, a grandes rasgos, es la situación por la que están atravesando todo el sector productivo a nivel nacional
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