FMI – junio | «Una crisis como ninguna otra, una recuperación incierta»

FMI -junio 2020

Los datos económicos disponibles en el momento de publicarse los pronósticos del informe WEO de abril de 2020 indicaban un declive sin precedentes de la actividad mundial debido a la pandemia de COVID-19.

Los datos publicados desde entonces hacen pensar en una desaceleración aún más profunda de lo proyectado anteriormente en el caso de varias economías.

La pandemia ha empeorado en muchos países y se ha estabilizado en otros

Después de la publicación del informe WEO de abril de 2020, la pandemia se intensificó con rapidez en una serie de economías de mercados emergentes y en desarrollo, lo cual exigió confinamientos rigurosos y trastornó la actividad aún más de lo proyectado.

En otros casos, las infecciones y la mortalidad registradas han sido menores en términos per cápita, aunque el volumen limitado de análisis clínicos implica una incertidumbre considerable en torno a la trayectoria de la pandemia.

En muchas economías avanzadas, el ritmo de infecciones nuevas y las tasas de ocupación de los servicios hospitalarios de cuidados intensivos han disminuido gracias a semanas de confinamiento y al distanciamiento voluntario.

Desaceleración profunda y sincronizada

En términos generales, el PIB del primer trimestre fue peor de lo previsto (las contadas excepciones son, por ejemplo, Chile, China, India, Malasia y Tailandia entre los mercados emergentes, y Alemania, Australia y Japón entre las economías avanzadas).

Los indicadores de alta frecuencia apuntan a una contracción más grave en el segundo trimestre, excepto en el caso de China, que mayormente había reabierto para comienzos de abril.

El consumo y la producción de servicios han disminuido de manera pronunciada

En la mayoría de las recesiones, los consumidores recurren a sus ahorros o a las redes de protección social y al respaldo familiar para suavizar el gasto, y el consumo se ve relativamente menos afectado que la inversión.

Sin embargo, en este caso, el consumo y la producción de servicios también han disminuido de manera pronunciada.

Ese patrón refleja una combinación excepcional de factores:

  • Distanciamiento social voluntario
  • Confinamientos necesarios para retrasar los contagios y permitir a los sistemas sanitarios absorber el rápido aumento de casos
  • Drásticas pérdidas de ingresos y debilitamiento de la confianza de los consumidores

Las empresas también han recortado la inversión frente a una precipitada caída de la demanda, interrupciones del suministro e incertidumbre en torno a las perspectivas de rentabilidad.

Por lo tanto, se observa un shock generalizado de la demanda agregada, que agrava los trastornos de la oferta a corto plazo atribuibles a los confinamientos.

La movilidad sigue estando deprimida

A nivel internacional, los confinamientos fueron más intensos y generalizados desde más o menos mediados de marzo hasta mediados de mayo.

A medida que las economías fueron reabriendo, la movilidad repuntó en algunos ámbitos, pero en general sigue siendo baja en comparación con los niveles previos a la aparición del virus, lo cual hace pensar que la gente está reduciendo voluntariamente la exposición entre sí.

Los datos de movilidad basados en rastreos de telefonía móvil, por ejemplo, indican que la actividad en el ámbito del comercio minorista, el esparcimiento, las estaciones de tránsito y los lugares de trabajo sigue estando deprimida en la mayor parte de los países, aunque la actividad parece estar retomando los niveles de base en algunas zonas.

Fuerte golpe al mercado laboral

La marcada caída de la actividad está acompañada de un impacto catastrófico en el mercado laboral mundial.

Algunos países (especialmente en Europa) han contenido las secuelas mediante eficaces programas de trabajo a corto plazo.

Sin embargo, de acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo, la disminución mundial de las horas trabajadas en el primer trimestre de 2020 en comparación con el último trimestre de 2019 fue equivalente a la pérdida de 130 millones de empleos a tiempo completo. Probablemente, la disminución registrada en el segundo trimestre de 2020 será equivalente a más de 300 millones de empleos a tiempo completo.

En el caso de las economías que han estado reabriendo, la actividad parece haber tocado mínimos en abril, tal como lo sugiere, por ejemplo, el informe de mayo sobre el empleo en Estados Unidos, que muestra que los trabajadores declarados cesantes provisionalmente se están reincorporando a la fuerza laboral en algunos de los sectores más afectados por el confinamiento.

Actualización de las perspectivas de la economía mundial - Mapa mundial de las proyecciones a junio 2020


Si desea leer el informe completo descárguelo aquí: Una crisis como ninguna otra, una recuperación incierta


También puede leer: FMI: actividad económica en América Latina y el Caribe se desplomará 9,4%