El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió este martes 14 de octubre que la economía mundial se encamina hacia una desaceleración prolongada, con un crecimiento que pasará del 3,3% en 2024 al 3,2% en 2025 y al 3,1% en 2026. La tendencia refleja el impacto persistente de la incertidumbre política, el resurgimiento del proteccionismo y las tensiones fiscales en las principales economías.
En su informe «Perspectivas de la Economía Mundial» de octubre 2025 (WEO, por sus siglas en inglés) sostiene que la aparente fortaleza de comienzos de año respondió a factores temporales, como la acumulación de inventarios y la anticipación de operaciones ante los nuevos aranceles. Sin embargo, «a medida que estos efectos se disipan, la debilidad subyacente empieza a hacerse visible», advierte el Fondo.
El crecimiento de las economías avanzadas se moderará en torno al 1,5% en 2025-2026, con Estados Unidos desacelerándose al 2%. En contraste, los mercados emergentes y en desarrollo mantendrán un ritmo algo superior al 4%, aunque también con tendencia descendente.
La inflación global, por su parte, continuará cediendo pasando del 4,2% en 2025 al 3,7% en 2026. Pero el FMI observa divergencias notables, ya que la inflación sigue por encima de las metas de Estados Unidos, mientras que gran parte de Asia permanece contenida.
Comercio lento y riesgo a la baja
El volumen del comercio mundial crecerá apenas 2,9% en promedio durante 2025-2026, muy por debajo del 3,5% de 2024. El organismo internacional atribuye este estancamiento a la «persistente fragmentación comercial» y al impacto de políticas proteccionistas que reducen la eficiencia de las cadenas de suministros globales.
Entre los riesgos que podrían agravar la desaceleración, el FMI enumera la posibilidad de una escalada de medidas proteccionistas, un endurecimiento adicional de las condiciones financieras, restricciones migratorias que afecten la oferta laboral y la eventual corrección en los mercados tecnológicos si se enfría el entusiasmo por la inteligencia artificial.
En América Latina: Venezuela con 0,5%
Para la región latinoamericana, el Fondo prevé que el crecimiento más destacado en 2025 es el de Argentina, a pesar de sus actuales dificultades financieras, con un impresionante 4,5% respecto a la caída de 1,3% que mostró en 2024.
Por su parte, Colombia crecerá un 2,5%, Chile un 2,5%, Perú un 2,9%. Ecuador registrará un 3,2%, Bolivia un 0,6%, Uruguay un 2,5%, Paraguay un 4,2%.
Mientras que Venezuela crecerá un 0,5% este año con una tasa de inflación de 269,9%. En su informe de abril, el FMI había pronosticado una disminución del producto interno bruto del país de 4%.
«El año 2025 ha sido fluido y volátil, con gran parte de la dinámica impulsada por una reorganización de las prioridades políticas en los Estados Unidos y la adaptación de políticas en las otras economías a nuevas realidades», explicó el informe.
Para el año 2026, el organismo multilateral estima una caída de la actividad económica venezolana de 3% y un mayor impulso inflacionario de 682,1%.
Llamado a restaurar la confianza
Ante este panorama, el Fondo insta a los gobiernos a restablecer la confianza mediante políticas «creíbles, predecibles y sostenibles». Sugiere reforzar la cooperación comercial, reconstituir los márgenes fiscales y preservar la independencia de los bancos centrales para mantener ancladas las expectativas de inflación.
Asimismo, pide acelerar las reformas estructurales —especialmente en movilidad laboral, digitalización y fortalecimiento institucional— para evitar que la desaceleración actual se transforme en un estancamiento prolongado.
«El desafío para los responsables de política económica es claro: sostener el crecimiento sin comprometer la estabilidad», señala el informe. «La economía global necesita menos incertidumbre y más coordinación para recuperar su dinamismo».
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