El Fondo Monetario Internacional (FMI), una de las principales instituciones financieras globales, publicó el pasado martes 14 de octubre su informe de «Perspectivas de la Economía Mundial». En el material, la agencia pronostica una contracción de la economía venezolana de un 3% en el 2026. Además, también señalan que la inflación podría escalar hasta el 682%.
Según Hermes Pérez, economista y profesor de la Universidad Metropolitana, los datos usados para elaborar este informe coinciden con las cifras adelantadas por las cámaras y asociaciones gremiales en Venezuela. Conindustria, por ejemplo, divulgó en un informe recientemente que el crecimiento del sector industrial durante el segundo trimestre del año fue del 0,1%.
No obstante, cualquier informe que se elabore sobre la economía venezolana se enfrenta con la falta de información pública sobre el desempeño macroeconómico del país. «No tenemos datos oficiales sobre la inflación desde octubre del año pasado. Aún así, el FMI se mantiene publicando datos sobre la economía venezolana», dijo Pérez.
Durante la entrevista que el economista tuvo en el programa «Venezuela productiva», indicó que la inflación y la depreciación del bolívar son factores que inciden en la posible contracción económica del próximo año.
El problema de la liquidez monetaria
Pérez indicó que uno de los principales factores que ocasiona la depreciación del bolívar es el crecimiento excesivo de la liquidez monetaria. En su opinión, la producción de bienes y servicios no aumenta al mismo ritmo que el circulante en bolívares.
«La liquidez monetaria en un año crece entre 5 y 10% en cualquier país latinoamericano. En los países desarrollados, como Estados Unidos o Europa, la liquidez monetaria aumenta alrededor del 2 al 5% en un año. En Venezuela, la liquidez monetaria en un año crece por el orden de los tres dígitos», explicó Pérez.
Este aumento acelerado de la liquidez monetaria presiona el tipo de cambio al alza, devaluando el bolívar y generando inflación. El problema podría volverse todavía mayor en el último trimestre del año, como consecuencia del pago de aguinaldos y prestaciones sociales.
El profesor universitario también señaló que la inflación, derivada de la excesiva liquidez monetaria, es el principal problema que enfrenta la economía venezolana. «Existen otros problemas, como el desempleo. Pero el desempleo afecta a quien no está empleado o a quien debe estar en el mercado informal. La inflación nos afecta a todos».
El encaje legal y la falta de créditos
Por el contrario, una de las medidas que se han tomado para combatir la inflación ha resultado contraproducente para la economía venezolana: el alto encaje legal.
El encaje legal del país, entendido como la cantidad de dinero que los bancos deben tener en reserva en el Banco Central de Venezuela, es el más alto del mundo. En la actualidad, este indicador asciende al 73%.
Esta medida, tomada para restringir la liquidez monetaria, termina golpeando el crédito. «Si tienes un encaje legal del 73%, que en términos efectivos termina siendo casi del 80 o 90%, realmente es muy difícil tener crédito productivo en Venezuela», dijo Pérez.
Por ende, el economista recomendó aligerar el encaje legal. De esta forma, podría dispararse el crédito y alcanzar los niveles que existen en otros países de la región. Con esto, se podría aumentar el consumo y la producción. «En Venezuela, el crédito representa alrededor del 2% del Producto Interior Bruto (PIB). En cambio, en Colombia el crédito ronda el 50% del PIB».
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