Los planes de fumigación en Bolívar para prevenir la malaria disminuyeron drásticamente, lo que falicitó la propagación de la enfermedad. Los rociamientos de insecticidas, en general, pasaron de 40.436, en 2014, a 1.078 en 2015.
Las nebulizaciones, otro tipo de técnica de fumigación contra los mosquitos, bajaron de 630.016 en 2014 a 181.054 al año siguiente, reseñó el diario Correo del Caroní.
Las fumigaciones intra-domiciliarias, necesarias para erradicar los contagios en las comunidades, pasaron de 190.835 en 2014 a apenas 935 en 2015. Las fumigaciones peri-domicilio, dirigidas a las calles comunes de un sector, bajaron de 59.146 a 29.337.
José Félix Oletta, ex ministro de Salud, dijo para el periódico regional que, para erradicar el paludismo en Bolívar, hay que insistir en una estrategia de fumigación intra-domiciliaria. «Debes hacer una identificación de los vectores que pueden ser diferentes a los selváticos», indicó.
Correo del Caroní advierte que, aunque no hay datos de 2016 y 2017, el precedente entre los dos años anteriores, en el que las fumigaciones casa por casa bajaron en 2.000%, dan indicios de las causas del repunte de la malaria.
Créditos: El Nacional
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