El Gobierno de Curazao se prepara para una nueva ola de migrantes venezolanos, tras el 10 de enero próximo. Esta advertencia se oficializó con la publicación del Boletín Económico del Banco Central, entidad gubernamental con jurisdicción en Curazao y en Sint Maarten.
En octubre, el banco alertó sobre un escenario en el que se incrementarían las sanciones internacionales contra el gobierno de Nicolás Maduro, cuya reelección no ha sido reconocida por Estados Unidos, la Unión Europea y países latinoamericanos.
“La posible expansión de las sanciones sobre Venezuela, tras la elección presidencial, podría sofocar las perspectivas de crecimiento (económico) y, por lo tanto, llevar a una creciente intranquilidad social y otra ola de migración desde Venezuela”, indicó el Banco Central, presidido por Richard Doornbosch.
Este factor, junto con los cambios en la política económica que ya asoma el presidente electo estadounidense Donald Trump, tendría efectos colaterales negativos sobre la economía de Curazao, sostuvo el diario Crónicas del Caribe.
El medio también destacó que la prolongación de conflictos bélicos en Europa, el cambio climático y la posible disrupción de las redes de telecomunicación tendrán efectos colaterales negativos sobre la economía de Curazao.
La Plataforma R4V que monitorea la diáspora venezolana, que en Curazao residen 17.000 venezolanos, de los cuales 13.724 se encontrarían en condiciones de vulnerabilidad y requieren asistencia.
A pesar de que Venezuela y Curazao comparten fronteras, las desavenencias políticas y la pandemia por el civid-19 llevaron el intercambio económico a mínimos históricos. Esta situación se repite en otras islas del Caribe Neerlandés como Aruba y Bonaire.
