Pese a que ayer se celebró internacionalmente su día, las personas con algún tipo de discapacidad en Venezuela se sienten desasistidas, ignoradas y excluidas. El 5 de enero de 2007 se promulgó la reforma de la Ley para personas con discapacidad, y ninguna de sus disposiciones se ha cumplido, lo que ha redundado en el deterioro sostenido de la calidad de vida de esta población.
“No representa ningún avance que ya no se nos llame minusválidos, si al momento de salir a la calle no tenemos ninguna garantía de movilidad. Nada ha cambiado, es más, estamos peor que hace 20 años, porque aparte de los problemas del pasado, debemos luchar hasta por la comida”, señaló Luis Oswaldo Torres, presidente del Observatorio Venezolano para la Discapacidad.
En las calles de cualquier ciudad del país, los obstáculos se cuentan por decenas, entre huecos y falta de señalización en las avenidas. El Metro que fue pionero en el buen trato a los discapacitados hoy muestra su cara más hostil para quien viaje con muletas, en silla de ruedas o con bastón.
“A empujones, como todo el mundo, entra uno en el Metro y ahora hay que luchar por el asiento. No tenemos derecho a transitar”, relató Carlos Herrera, a quien una bala en la espina dorsal lo condenó a moverse en silla de ruedas de por vida.
Torres, con más de 30 años como activista en favor de los discapacitados, indicó que todo esto se debe a la falta de políticas públicas que garanticen sus derechos: “El Sistema de Atención Integral a la Persona con Discapacidad no funciona. No tenemos a dónde recurrir, porque ni en la Fiscalía, ni en la Defensoría del Pueblo hay rampas”.
También cuestionó la falta de planificación con la que se ha abordado el desplazamiento por las zonas urbanas y suburbanas. A su juicio, los estudios para la instalación de dispositivos que mejoren la movilidad de los discapacitados, como rampas, deben ser pensados por especialistas.
“En muchos barrios y comunidades se han instalado rampas cerca de bocas de visita o en lugares que son riesgosos. Hay mucha improvisación”, alegó Torres.
Respecto a la inclusión laboral, dijo que se ha incumplido tanto en las instituciones públicas como privadas por la falta de vigilancia gubernamental y la poca cultura que existe sobre el tema.
“La única institución del Estado que cumple con lo dispuesto en el artículo 26 de la ley es el Cabildo Metropolitano, que tiene una nómina integrada por 5% de personas con alguna limitación”, indicó.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, en Venezuela hay 4.500.000 personas con discapacidad, es decir, casi 15% de la población. Estas cifras son las únicas que están actualizadas, pues en el último censo del INE no se usó un método que permitiera conocer el número, tipo de discapacidad y ubicación geográfica de las personas discapacitadas.
La cifra
4,5 millones de personas con discapacidad viven en Venezuela, según la OMS.
Créditos: El Nacional
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