El nutricionista e investigador del Observatorio Venezolano de la Salud, Pablo Hernández, indicó que de prolongarse la situación con el agua se puede experimentar brotes epidemiológicos producto de la mala higiene que se tiene en este momento.
Para el doctor, Venezuela no está preparada para esta situación y que el apagón agudizó la crisis en general que se vive en Venezuela y durante 4 días todos los ciudadanos tuvieron inseguridad alimentaria.
Hernández destacó que el Río Guaire tiene aguas muy contaminadas y no aptas para convivir con las personas, a su juicio, lo mínimo que puede causar es diarrea, pero también intoxicación o muerte por deshidratación.
El especialista recomendó que lo ideal es obtener el agua de una fuente confiable, pero en caso de no lo sea, hay que potabilizarla. El filtrado ayuda a eliminar partículas grandes, pero no elimina las bacterias y esto se logra hirviendo el agua por 15 minutos aproximadamente o de manera química con gotas de cloro o tabletas dosificadas para agua.
Las consecuencias de los alimentos en mal estado y el agua no apta para el consumo son las más frecuentes por las que se acuden ciudadanos a centros de salud (nauseas y dolor de estómago), sin embargo, cuando llegan al hospital no pueden ser atendidos de forma adecuada porque no hay insumos.
Destacó que Maduro puede maquillar la situación de los hospitales, pero no pueden maquillar es todo lo que vive el venezolano en este momento “80% de escasez de medicamentos e insumos médicos”.
Por último, destacó que sería de suma importancia que especialistas de la salud se reunieran con la misión de la ONU que se encuentra en Venezuela.
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