Gabriela Söldner Gómez, de 45 años de edad, y su esposo Agustín César “Tino” Alonso Valverde son los primeros cadáveres identificados de la tragedia ocurrida el lunes entre los caseríos de Romerito y Tremaria, en Aragua, donde el río Las Mercedes se desbordó y arrastró a 16 personas y varios vehículos, lo que dejó un número no determinado de desaparecidos.
La pareja viajó desde Maracay hacia Choroní con su hijo de 5 años y María Isabel Linares, de 65 años, tía de Alonso Valverde, para visitar al padre de Söldner, de origen alemán, que tiene una posada en el pueblo.
Ayer en la mañana, Johann Söldner relató que no había tenido contacto con ellos aunque trató de comunicarse por celular y precisó que se trasladaban en un Aveo azul. Indicó que la madre de su hija, que vive en Nueva Esparta, estaba viajando a Maracay. Poco después se confirmó el fallecimiento de la pareja.
Desde la Unidad de Medicina Forense del Cicpc Caña de Azúcar, en Maracay, sus familiares los describieron como personas alegres, amables y con una alta sensibilidad social. Sus cuerpos fueron trasladados a la Funeraria Vallés para el sepelio.
Söldner Gómez tenía 20 años de graduada como licenciada en Educación Preescolar de la UPEL. Hace 4 años ocupaba el cargo de directora del Preescolar de San Carlos, en Maracay.
Ayer a las 3:00 pm, sus familiares declararon a El Nacional que tenían noticias del hallazgo de un niño de ojos azules que fue rescatado con vida y esperaban saber si se trataba del hijo de la pareja. Al cierre de esta edición la información no había sido confirmada.
La docente dejó también dos hijas mayores: Andrea y María Gabriela, que viven en el extranjero; una de ellas pudo viajar hasta Maracay tras enterarse de lo sucedido.
“Era un ser humano extraordinario. Organizó una subasta con pinturas de sus alumnos en la Contraloríadel estado y con eso amobló un salón del preescolar de Santa Rita”, recordaron María Colmenares y Yuarí Maureira, compañeras de trabajo de la educadora. “Ella y su esposo eran personas muy involucradas con ayudar a los demás, no se merecían esto”, añadieron. También tenía una línea de artesanías.
Carolina Rey, amiga de Tino Alonso, quien era comerciante, afirmó que era un hombre sencillo, noble y dulce. Narró que sus padres se conocieron en Galicia, por lo que cultivaron una amistad de toda la vida. Sonrió al describirlo como un aficionado a las apuestas de caballos.
Créditos: El Nacional