¿Qué tan efectivos han sido los programas aplicados desde el gobierno para disminuir su uso en el país?
El control al porte y al uso de las armas de fuego es muy importante a la hora de reducir la violencia homicida en cualquier país. Sobre este punto, desde luego, hay encarnizados debates académicos. Pero lo cierto es que las armas en poder de personas sin entrenamiento o con trastornos psicológicos constituye un riesgo de letalidad. Sume a eso el efecto nocivo de las drogas, legales o ilegales, en los usuarios de armas y tendrá un coctel que generalmente provee desenlaces lamentables.
En Venezuela se cuenta desde 2002 con una legislación para el control de las armas. esta fue reformada en 2010 luego de una intensa discusión, así como también en 2013, con el interés aparente de endurecer los controles y las penas para quienes no cumpliesen con las normas.
¿Cuál ha sido el efecto real de esta legislación en la comisión de delitos violentos?
Las cifras manejadas por la policía judicial son claras. cuando tomamos los robos, robos de vehículos, homicidios, lesiones y secuestros denunciados en el país nos percatamos de que las armas de fuego son utilizadas en más del 80% de los casos. Y si reducimos este menú a los homicidios, los robos genéricos y los secuestros, este porcentaje sube a más de 9 por cada diez casos conocidos.
Estos porcentajes son prácticamente los mismos que eran manejados por el gobierno durante la fase previa a la instauración del actual régimen de control de armas y municiones. Esto nos coloca ante el panorama de una política que no ha rendido el efecto deseado, es decir, una política inefectiva y que por lo tanto debe ser revisada.