El 15 de diciembre de 2017, la comunidad del 23 de enero lanzó “El Panal”, una moneda fabricada por los vecinos de esta popular parroquia caraqueña para comprar bienes producidos por ellos mismos y como medida para enfrentar la escasez de efectivo y la hiperinflación. Circula en billetes de denominación de uno, cinco y diez y la más alta, justo la que lleva el rostro del ex presidente Chávez, es la que equivale a 50 mil bolívares.
Más recientemente, en el estado Apure fue creada “Elorza”, una moneda local diseñada especialmente para paliar la falta de efectivo en las festividades locales. Con ella también se pueden pagar bienes y servicios en la población de Elorza. Circula en denominaciones de 50 y 100 mil bolívares y sus billetes llevan el rostro del coronel José Andrés Elorza, prócer de la independencia.
Jean Paul Leidenz, jefe de investigaciones de la firma Ecoanalítca explicó que estas iniciativas son la consecuencia de la escasez de efectivo en la calle y de todo el proceso hiperinflacionario que vive el país. “La crisis del efectivo ha hecho que localidades produzcan su propio dinero. La gente no tiene efectivo para pagar y la comunidad encontró la manera de tratar de resolver los problemas para proveerse de alimentos y otros bienes, al menos en las transacciones que ocurren localmente”, señaló y dijo que esas iniciativas cada vez serán más comunes, “los procesos de desmonetización y anarquía monetaria son habituales en una situación como la nuestra, porque la hiperinflación es la destrucción del dinero”
Otro de los aspectos que esta situación trae consigo, es el hecho que la gente no quiera tener nada que ver con la moneda nacional justamente por la pérdida de su poder de compra. “Llega un momento en que la gente no quiere tener dinero porque sabe que se volverá sal y agua en cuestión de semanas. Es normal ver la adopción privada de monedas extranjeras. Cada vez es más frecuente la compra y venta de bienes y servicios en dólares”, dijo y puso como ejemplo el pago de bienes y servicios, vehículos, servicios profesionales, condominios, la compra de línea blanca, artículos electrónicos etc, que se pagan en dólares.
“La hiperinflación es la pérdida de sentido del dinero emitido por un estado. Cuando eso ocurre los hogares empiezan a encontrar todas las maneras disponibles para seguir transando”, concluyó.
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