Rocío Guijarro y Alicia Sepúlveda de CEDICE, conversaron con el sociólogo y director académico de CEDICE, Trino Márquez sobre la descentralización como reconstrucción para la democracia.
Márquez indicó que cuando se examinó el proceso de descentralización en Venezuela, se hizo desde el punto de vista político. «En aquel momento a mediados de los años 80, el país estaba altamente concentrado. El presidente de la República era una especie de monarca o emperador y era quien designaba a los gobernantes regionales y a los gobernadores«, expresó.
El director académico de CEDICE comentó que gracias a las reformas del año 88 y 89 se transformó de forma radical. «Se descentralizó el poder y se buscó la aplicación de dos principios fundamentales. El de la democracia con la eficacia«, afirmó. Un estado centralizado y presidencialista conducía a un conjunto de ineficiencias muy altas.
Márquez aseveró que se buscó democratizar haciendo que el ejecutivo nacional se encargara de tareas como «la defensa y seguridad de la nación, los tratados internacionales, el diseño de las grandes políticas macro económicas» dejando a los gobiernos estatales como gobernaciones y alcaldías se encargaran de las tareas más enfocadas a los ciudadanos.
Luego de consolidar este proceso se reflejaron las ventajas económicas del proceso de descentralización política. «Empezaron a competir los estados para atraer inversiones. Hubo una relación mucho más fluida y más vigorosa entre los mandatarios regionales y los empresarios» puntualizó Márquez. Agregó que en ese momento comenzó la competencia entre los estados a la hora de invertir. «Me parece que eso fue un aspecto beneficioso que tuvo la descentralización» comentó.
De igual forma, indicó que en 1992 luego de las primeras elecciones de gobernadores y alcaldes, tres de los cuatro candidatos a las elecciones presidenciales venían de gobiernos regionales.
Márquez también destacó las tres etapas de la descentralización en Venezuela. La primera tuvo que ver con el diseño del «edificio de la descentralización» creando un conjunto de leyes para que este proceso se llevara a cabo de forma ordenada. «Esto era fundamental porque sino la descentralización se podría haber convertido en una especie de caos«. La segunda fue sobre de la consolidación en los años 90, durante los períodos presidenciales de Carlos Andrés Pérez y Rafael Caldera, aunque durante el mandato de este último. Márquez afirmó que se observaba un proceso de» re-centralización». La tercera etapa fue el proceso de decadencia de la descentralización que ocurrió durante el gobierno de Hugo Chávez y que continúa con el gobierno de Nicolás Maduro. «Hoy tenemos una re-centralización o un presidencialismo mucho más acentuado que el anterior» exclamó el director académico de CEDICE.
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