Con un rugido que iluminó el cielo nocturno, la NASA envió su colosal cohete de la nueva misión Artemis 1 al espacio por primera vez este miércoles.
El cohete Space Launch System (SLS) despegó a la 1:47 de la madrugada desde Cabo Cañaveral en Florida, marcando el inicio de una nueva y audaz era para el programa espacial estadounidense.
El SLS transportó su cápsula Orión hasta una altitud de algo menos de 4.000 kilómetros antes de que las dos naves se separaran y la etapa central del cohete se precipitara de nuevo a la Tierra, cayendo en el Océano Pacífico. Orión continuará hacia la Luna, que orbitará durante varios días antes de regresar a la Tierra.
La NASA tiene previsto que la cápsula se sumerja en el océano el 11 de diciembre. Para esta misión, Orión no lleva tripulación, salvo un trío de maniquíes, dos de los cuales están equipados con sensores para medir los niveles de radiación.
«Para la generación Artemis, esto es para vosotros», dijo Charlie Blackwell-Thompson, director de lanzamiento de Artemis, al dar el visto bueno al lanzamiento.
El éxito de este lanzamiento marca el inicio del programa para volver a la Luna, que ha estado plagado de años de retrasos, contratiempos de desarrollo y miles de millones de dólares en excesos de presupuesto. En los últimos meses, tanto los huracanes como las dificultades técnicas han provocado retrasos en el lanzamiento, incluyendo dos paradas.
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