En el marco de la Asamblea Anual 81.ª de la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecámaras), celebrada en Valencia este 17 y 18 de junio, se realizaron una serie de ponencias para debatir sobre varios temas de actualidad nacional. El conversatorio «La nueva realidad energética: presente y futuro de un país monoexportador» fue el primero del día viernes y donde se discutió la realidad petrolera del país.
La ponencia fue moderada por Vicente Hoyos, presidente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos y de Minería. Los participantes invitados fueron los expertos Francisco Monaldi, director del Programa de Energía para América Latina en el Centro de Estudios Energéticos del Instituto Baker de la Universidad Rice, y Cristina Tovar, presidenta de la Asociación Venezolana de Hidrocarburos.
Durante el conversatorio, Monaldi abordó la realidad del mercado petrolero global. El investigador destacó que hay un descenso en el consumo de los países desarrollados, a medida que la transición energética parece tomar impulso. No obstante, también destacó que el consumo sigue subiendo en los países en vías de desarrollo que están creciendo, como la India. Por ende, el mercado de los hidrocarburos seguirá siendo importante para comprender las dinámicas geopolíticas y económicas del mundo.

Con este escenario mundial como telón de fondo, Monaldi describió la realidad de América Latina. «La región fue deficiente a principios del siglo XXI para aprovechar el aumento en los precios de los hidrocarburos. «Solamente Brasil, Colombia y Guyana lograron atraer grandes inversiones».
Pese a todo, la realidad energética del mundo en la actualidad vuelve a mirar a América Latina como centro de oportunidades. La inestabilidad de Oriente Medio y la guerra entre Ucrania y Rusia han revelado que la región tiene condiciones de estabilidad política y paz inter-estatal que la vuelven atractiva para la inversión privada.
La realidad energética de Venezuela
Para Monaldi, en América Latina, Venezuela tiene condiciones muy favorables para aumentar la producción petrolera. El país ya posee una infraestructura petrolera y varios estudios que demuestran la viabilidad de sus campos. El inconveniente reside en los riesgos para la inversión que se derivan de la situación política e institucional.
Por otro lado, la extracción de hidrocarburos en Venezuela también tiene un problema de carácter más técnico. Las capacidades de la industria venezolana están ligadas al petróleo extrapesado, cuya explotación genera altas emisiones de gases de efecto invernadero.
Para resolver esta situación, Monaldi acotó que es indispensable atraer inversiones en materia energética. La realidad energética nacional hace que la industria necesite, al menos, 90.000 millones de dólares para recuperar la capacidad de extracción hasta el nivel operativo que tuvo en 1998.
La experta Cristina Tovar coincidió en las apreciaciones de Monaldi, pero agregó que hay cambios culturales y educativos que se deben realizar. Ella señaló que las universidades venezolanas no están graduando a suficientes expertos en materia petrolera.
«Esta semana estábamos celebrando 50 años de la Escuela de Ingeniería del Petróleo en la UCV. Y revisamos la lista de egresados. Nos preocupa que haya años en los que egresaron solamente 6 personas. Es preocupante que un país como Venezuela no logre atraer talento a la industria petrolera», dijo Tovar.
Para ella, revertir esta situación pasa por políticas educativas que acerquen la industria petrolera a la población general e interesen a los jóvenes por cursar estas carreras.
Para ver el conversatorio «La nueva realidad energética: presente y futuro de un país monoexportador» completo, haga clic a continuación:
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