Carmen Mantellini, ginecobstreta, señala que la obesidad es el problema de salud más frecuente en la mujer. No solo significa un problema que pone en riesgo durante el embarazo y el parto, sino que también genera riesgo a largo plazo por lo que requiere no solo su reconocimiento por parte de la paciente sino también un tratamiento efectivo y oportuno.
Asimismo, Mantellini explica que se denomina obesidad a la relación que presenta una persona entre su estatura y peso, conocido como índice de masa corporal. La experta asegura que la obesidad genera desequilibrio en el metabolismo de las grasas, lo que conduce a un estado crónico de inflamación que facilita el desarrollo de resistencia a la insulina.
“La obesidad afecta la fertilidad al alterar el eje entre el hipotálamo, la hipófisis y el ovario, eso se traduce en ciclos menstruales irregulares en su frecuencia y volumen que además puede afectarla desde la adolescencia… Adicionalmente en estas pacientes hay un mayor riesgo de abortos y de estos a repetición, con una mayor incidencia de diabetes del embarazo”.
Mantellini destaca que las pacientes embarazadas y obesidad tienen mayor riesgo de desarrollar trastornos hipertensivos del embarazo, y un mayor riesgo de desarrollar hipertensión a lo largo de su vida.
“En la menopausia la obesidad se considera un factor de riesgo no sólo para enfermedades cardiovasculares como el infarto y la trombosis, sino también para el desarrollo de al menos 13 tipos diferentes de cánceres, entre los más frecuentes tenemos cáncer de mama, endometrio y colon” expresa la Dra. Mantellini.
Mantellini resalta que se deben aprovechar los años en vida reproductiva para aprender y adquirir hábitos saludables que permitan tener una vejez con salud e independencia.
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