Erly Ruiz, sociólogo y profesor universitario de la Universidad Central de Venezuela, destacó que la figura materna es predominante en la familia venezolana, lo que se define como «matricentrismo». Esto significa que, aunque el padre tiene un rol importante, la madre sigue siendo la figura central en la vida doméstica y aunque el padre busca tener un papel más activo, las condiciones culturales y sociales aún permiten que la madre asuma muchas de las responsabilidades.
El impacto en el desarrollo familiar es importante. Ruiz explicó que la ausencia o la falta de participación activa del padre puede llevar a que la madre asuma roles que tradicionalmente se consideran masculinos, como el control y la autoridad. Además, la falta de un padre presente puede afectar el desarrollo emocional y social de los hijos, quienes pueden buscar figuras de autoridad en otros contextos.
El profesor resaltó, en el programa de «Análisis de Entorno», que las nuevas generaciones demuestran que los hombres jóvenes están empezando a cuestionar estos roles tradicionales y a buscar una paternidad más activa y comprometida. Aparte, se presenta una influencia cultural, ya que series y representaciones en los medios están cambiando la percepción de lo que significa ser padre, mostrando que la ternura y el cuidado son esenciales.
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