El linfoma es un tipo de cáncer que afecta al sistema linfático, específicamente a los linfocitos (células de defensa). Estas células se multiplican sin control y forman masas o «bolitas» palpables, principalmente en el cuello, axilas o inglés. En conmemoración a su prevención del 15 septiembre a nivel internacional, Claudia Ochoa, hematólogo profesional, en una entrevista para Fedecámaras Radio, comentó ciertos aspectos relacionados con esta enfermedad y sus tratamientos actuales.
“El Día Mundial del Linfoma no es solo una fecha en el calendario. Es un recordatorio para quienes sufren la enfermedad, de que no están solos. Quizás el camino sea difícil, lleno de incertidumbre y desafíos, pero el mensaje de esperanza y de fuerza debe prevalecer, ya que es una enfermedad con una alta probabilidad de curación. No subestimen el poder de la detección temprana, el apego al tratamiento y, sobre todo, el apoyo que pueden encontrar en su familia y en el equipo de salud. Son valientes, son guerreros, y la ciencia está de su lado”, expresó Ochoa.
Según la especialista, los síntomas van desde el aumento de ganglios (linfadenopatía) palpable y persistente; fiebre de origen desconocido,, sin causa aparente; Sudoración nocturna profunda y pérdida de peso inexplicable.
En relación con el proceso de diagnóstico temprano, el médico debe solicitar análisis de sangre (como un hemograma) y la biopsia del ganglio aumentado es un paso crucial y definitivo. La muestra se analiza con estudios como inmunohistoquímica para determinar si es un Linfoma de Hodgkin o No Hodgkin.
«El diagnóstico temprano es lo que va a causar la diferencia… Si yo tengo síntomas, si me palpó un bulto, automáticamente debo acudir al médico… porque en la medida en que hagamos diagnóstico temprano y pongamos la terapia adecuada, nuestro paciente tendrá un mejor pronóstico”, dijo Ochoa en el programa de “Análisis de Entorno”.
Innovación de tratamientos
En cuanto al tratamiento, la especialista enfatizó que la ciencia ha avanzado de manera impresionante en el tratamiento del linfoma. Más allá de la quimioterapia y la radioterapia, que siguen siendo muy efectivas, ahora contamos con nuevas herramientas:
-Terapias dirigidas: Que actúan como misiles inteligentes que atacan directamente a las células enfermas sin dañar tanto a las sanas.
-Inmunoterapia: No atacamos al tumor, sino que entrenan a las nuestras defensas para que sean ellas las que encuentran y eliminan las células cancerosas.
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