La Directora del Observatorio Venezolano de la Salud , Marianella Herrera, indicó que actualmente el panorama de desnutrición en Venezuela es sombrío. Atribuyó esta situación a las malas políticas alimentarias que ha tenido el gobierno nacional, así como también, trabajar solamente con el tema de las calorías y no con las proteínas y micronutrientes que son esenciales para el buen funcionamiento del cerebro y el sistema central. Asimismo, señaló que la crisis se fue implementando de manera lenta, pero en los últimos 2 años ha tomado una velocidad increíble que asusta y alarma a las distintas ONG del país
Herrera señaló que si no se toman los correctivos necesarios, la desnutrición en Venezuela pudiera en unos mesas pasar a una fase de precariedad, de la desnutrición crónica a la aguda, poniendo así en riesgo la vida de las personas. Actualmente el Proyecto de Emergencia Social revela que el 33% de los niños entre 0 a 2 años tienen desnutrición crónica, son niños que en este momento su vida no está comprometida, pero si no se ataca la situación, pueden fallecer.
Indicó que 5 años atrás en Venezuela se trataba la obesidad y cuando las calorías se ausentan, da inicio al llamado «hambre oculta» o «hambre evidente», porque era una obesidad asociada a la inseguridad alimentaria. En este sentido, recalcó que el Comité Local de Abastecimiento y Producción (CLAP) es una red de distribución de alimentos mas no un programa, debido a que, no ha cumplido una serie de requisitos para convertirse en un programa alimentario.
Por último, la integrante de la Fundación Bengoa indicó que aún se pueden revertir los daños pero como no se están realizando las labores para reorientar las políticas públicas se pudiera ir a peor, esto implica personas con discapacidades y una generación que debe aprender a lidiar con retardos cognitivos y es allí cuando el país deberá asumir las dificultades para el desarrollo.
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