El mercado inmobiliario venezolano ha estado muy limitado después de la caída del Producto Interno Bruto (PIB), tras los destrozos económicos como consecuencia del covid y a causa de las pocas inversiones en este sector. Estos tres elementos, sumados a otras causas, dejan como resultado un eventual cierre del 2024 con una pérdida de un 7% de productividad.
“Economistas analizaron para el 2024, que el cierre de año estaría por encima del 10%, con respecto al año anterior, pero tras los eventos de mitad de año y la incertidumbre política y económica, hubo un paro en las inversiones y en las pocas construcciones que se registraban”, expresó Pablo González, presidente de la Cámara Inmobiliaria en Venezuela.
El gremialista explicó que si el mercado inmobiliario se centrara solamente en los números que arrojan las principales ciudades de Venezuela, las cifras serian “un poco más positivas” pues estas ciudades están siendo pobladas por migrantes de pequeñas poblaciones del interior del país debido a la calidad de vida y a las fallas en los servicios públicos, que se vuelven cada vez más recurrentes en las regiones y zonas rurales más alejadas de la capital.
“Históricamente nos encontramos en los puntos más bajos que ha registrado la industria”, manifiestó González, en una entrevista para el programa “Análisis de entorno” de Fedecámaras Radio, agregando que Caracas es la ciudad con el mercado más económico de Latinoamérica para adquirir inmuebles.
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