La gasolina y la poca capacidad económica del venezolano siguen arreciando al campo, en este caso en los Andes venezolanos, específicamente en el sector Bailadores del estado Mérida.
Los productores de papa, cebolla, cebollín y calabacín alertaron que están preocupados por la baja en las cosechas, debido a que hay poca demanda por parte de la población.
“El salario es muy bajo, comerciantes comentan que las personas compran poco y adquieren cantidades mínimas y por eso están bajando las cosechas”, dijo Alfonso Morales, productor de hortalizas de la zona
Señala que el agro ha estado muy golpeado desde que inició la pandemia, iniciando por la pérdida de toneladas de hortalizas y verduras porque no había cómo transportarlos y los mercados estaban cerrados.
Actualmente, se han ido abriendo poco a poco, sin embargo, para el mes de febrero de este año mencionó que hubo una fuerte disminución del tema del combustible, principalmente de gasoil, lo que ha dificultado a camioneros y distribuidores poder llevar las hortalizas al centro del país.
“Un agricultor vive en Bailadores pero siembra en una montaña, necesita echarle gasolina a su vehículo para trasladarse en su siembra”
De esta forma, en entrevista para el programa Marca País, indicó que productores han tenido que recurrir a las yuntas de bueyes para la tierra, “retrocedimos uno o dos siglos porque los tractores están parados por falta de diésel”.
Morales, indicó que tienen la esperanza de que la agricultura “renazca” y que el gobierno observe las dificultades con los servicios públicos que tanto afectan a los agricultores.
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