El Monitor de Víctimas es un proyecto del portal runrun.es que combina participación ciudadana con periodismo de datos e investigación. Llevan ya un año recolectando información sobre los homicidios que ocurren en Caracas, con la intención de hacerlos públicos, además de buscar caracterizar los hechos e identificar patrones que contribuyan con el diseño de políticas públicas orientadas a reducir la violencia. Para garantizar la veracidad de la información, los periodistas validan los datos con fuentes policiales, del sistema de salud y de otros medios de comunicación.
En su primer año, Monitor de Víctimas registró 1.589 casos de homicidios entre mayo de 2017 y abril de 2018, lo que permite calcular que los municipios que comprenden la denominada Gran Caracas, tienen una tasa de 47,31 homicidios por cada 100.000 habitantes. En el municipio Libertador, se calcula una tasa de 48,70 homicidios, en Sucre 63,31, en Chacao 46,03,en Baruta 20,38 y en El Hatillo 20,09.
En este sentido, en el programa «Runrunes» radio, los periodistas Lorena Meléndez, Katherine Pennacchio y Carlos D’ Hoy, comentaron todo lo relacionado a las investigaciones realizadas por dicho monitoreo. D’ Hoy expresó que desde el año 2012, no se dice oficialmente la cifra de víctimas por homicidio. El periodista también indicó que en la labor, ven el perfil de las víctimas y ya no se necesitan las declaraciones oficiales, por la recopilación realizada desde hace un año.
Afirmó que, “el 95% de las víctimas son hombres, con un promedio de edad de 28 años, el 97% de las víctimas son civiles, y la mayoría tienen un tono de piel oscuro. Indicó que en cuanto a los victimarios, están los que realizan los homicidios por robos, pero también los que están en los organismos oficiales (…)Son 1084 niños que, en estos 13 meses ,quedaron huérfanos», reiteró.
Señaló que la mayoría de las muertes ocurren en el municipio Libertador, y dentro de este, en la Parroquia Sucre (Catia) y la Parroquia Antímano. Por otra parte, comentó que las personas no mueren en enfrentamientos, mueren por presuntas ejecuciones por parte de los organismos oficiales quienes, según los especialistas de homicidios, afirman que las casas de las víctimas son «botines de guerra».
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