A pocos días de iniciar las clases en plena crisis social, política y económica del país, la dirigente sindical nacional del Colegio de Profesores, Raquel Figueroa, enfatizó que hay muchos aspectos que se unen para expresar que no hay condiciones para que inicie el año escolar y se desarrolle a plenitud del derecho que tiene el servicio de educación en Venezuela.
Señaló como primer aspecto la pobreza, que ha forjado el debilitamiento del salario familiar contribuyendo a que la exclusión escolar vaya profundizándose, recordando así que el año pasado dejó fuera de las aulas a 500 mil niños, ya que “la gratuidad de la enseñanza quedó nada más escrito en la Constitución”, expresó.
La segunda condición es que la educación ha dejado de ser un proceso pedagógico “para convertirse en un proceso de proselitismo”, añadiendo que es sumamente grave porque la educación dejó de ser científica centrada en el conocimiento universal para convertirse en el desarrollo de una política de «un proyecto partidista».
En este sentido, se agrega la falta de insumos, que detalla Figueroa, que por lo menos con los anuncios del gobierno de una jornada de mantenimiento de limpieza en más de 27 mil planteles a nivel nacional, según un informe que tienen, no comenzó como debía haber sido, “estaríamos hablando de menos del 20% de la responsabilidad del gobierno para desarrollar el proyecto antes que inicie el año escolar”.
Otro problema que se agrega es el de la migración de los padres y profesionales que han dejado las aulas, que se traduce el año pasado en un 30% de maestros que dejaron los aulas, “estamos ante un panorama y un contexto extremadamente grave”, resaltó.
Finalmente, subrayó que ya no existe salario para el profesional de la docencia “porque está pulverizado, tenemos un déficit en comparación de la canasta básica, con un más del 95% de pérdida. Un fenómeno social preocupante, porque condena a la desvalorización del trabajo pedagógico, e iniciamos un año escolar donde un docente no puede subsistir”.
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