Tecnología y reciclaje, nuevas alternativas para la moda sostenible

El mundo consume cerca de 80 millones de prendas nuevas alternativas cada año, de acuerdo con el documental ‘The True Cost’ (‘El verdadero costo de la moda’), más del 400% de la cantidad que se consumió hace dos décadas.

El impacto ambiental y social de la moda desechable ha motivado el desarrollo de tecnologías y métodos de producción para reducir la contaminación de las tierras de cultivo, del agua y los desperdicios de materiales y textiles.

Jeanología es una empresa española que ha creado soluciones para eliminar el uso del permanganato de potasio (un químico usado para el desgaste del jean, pero muy dañino para la salud y el ambiente) y para la reducción del uso de agua y de energía en los procesos de creación de productos de jean.

Una máquina de láser hace los desgastes de forma segura y rápida, en lugar del permanganato de potasio. La empresa también creó una lavadora que reduce el consumo de agua en el 67% y de energía en el 62%.

Otro producto de esta firma es el E-flow, una máquina que transforma el aire de la atmósfera en nano burbujas que asisten en procesos como el suavizado o la tintura.

Más del 35% de los cinco mil millones de jeans que se producen cada año en el mundo se realizan con maquinaria de Jeanología, de acuerdo a Colombiatex de las Américas, donde se presentó esta marca.

Una tecnología que llama la atención es la conversión de materiales reciclados en prendas de vestir. Nike y Patagonia son empresas con alcance global que, en la última década, han estado trabajando en el desarrollo de textiles inteligentes derivados del reciclaje de los productos de sus propias marcas y del reciclaje de botellas de PET.

Una propuesta cercana es la de Enka, una empresa colombiana que creó un sistema para captar las botellas y convertirlas en hilos.

Marcas como Speedo son clientes de Enka. Al tratarse de firmas deportivas, todos los textiles cuentan con características que ayudan al deportista, como la tecnología dry fit o la protección solar.

El reciclaje de textiles también es usado ahora por Officina +39, una empresa italiana que ofrece químicos, colorantes y pigmentos para las prendas de vestir. Su último proyecto es Recycrom, que toma ropa usada, material fibroso y desechos textiles para convertirlos en polvo y pigmentos.

El éxito de esta innovación ya ha sido probado y uno de los mayores logros es que se reusa el 100% de los materiales reciclados.

También hay técnicas que las empresas que no tienen acceso a estas innovaciones pueden aplicar. El uso de los retales —desperdicios de las fábricas textiles—es la especialidad de Ángeles López.

La diseñadora quiteña desarrollaba productos, en textileras locales, para aprovechar los pedazos de tela que resultan de los cortes. Desde hace dos años, ella creó su propia marca, Charana, que está basada en crear prendas casuales con retales.

De esta forma, el uso del material (que antes se desechaba) llega hasta el 95% y así se disminuye la basura que va a los botaderos y rellenos.

 

Créditos: El Comercio