El presidente de Conindustria, Juan Pablo Olalquiaga informó en el programa “Marca País” que del 100 % del parque industrial de toda Venezuela, actualmente solo está funcionando la 4/5 parte, de la cual el 45 % de dicha fracción solo está trabajando por debajo del 20 % de su capacidad instalada.
En este sentido, Olalquiaga destacó que la destrucción del parque industrial venezolano se ha ido incrementando, mucho más desde que el gobierno nacional estableció precios acordados para distintos productos del mercado junto con “algunos empresarios del país, porque no son todos, siendo esto además, un proceso de arrollamiento, debido a que los precios no son acordados sino impuestos”, disminuyendo así los ingresos de las empresas.
Sin embargo, el ejecutivo nacional ideó además, la “estrategia” de cubrir por un tiempo el pago de la nómina de las empresas privadas, así como también el de suministrar las materias primas para la producción nacional, no obstante, “el entregar materia prima solo se refieren a una sola de ellas, a partir de ahí el productor debe poner el resto para cumplir el proceso fabril”, explicó el gremialista.
Asimismo, con estas estrategias planteadas por el ejecutivo nacional, “tratan de minimizar la complejidad de todo lo que significa una industria, y estoy seguro de que en la cabeza de Maduro no se entiende este proceso”, pues al final se reduce en que, si se otorgan dos de los insumos necesarios, se deben trabajar con ellos por no entender los procesos.
Gobierno incapaz de recaudar dinero
Actualmente, el ejecutivo nacional no posee los fondos suficientes para cubrir todas esas grandes deudas que se le han generado a largo del tiempo, además “en una economía que se contrae constantemente no puede recaudar el dinero suficiente, debido a que no produce la cantidad de impuestos necesarios y simultáneamente, el sector petrolero está casi destruido en su totalidad y no puede cubrir todo el gasto”, por ende, en vez de reducir el tamaño de los gastos del Estado, lo que hace es imprimir dinero, “cosa que no puede hacer una persona natural, no puede hacer una empresa, pero si un gobierno”, añadió Olalquiaga.
De igual manera, la nula recaudación de dinero por parte del Estado empobrece a cada uno de los ciudadanos, lo cual acaba con las posibilidades de un libre mercado y a su vez, con las oportunidades de que la empresarialidad exista.
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