Liuba Malpica, economista, sostiene que la desaceleración en las compras que se evidenció durante el primer semestre en Venezuela, deja en evidencia un impacto “muy negativo” para las empresas, mimas que – a su juicio – han debido realizar “grandes inversiones para mantener los niveles de producción.
Indicó que en ese contexto, las compañías deben elegir el – menor daño posible -, algo que para ella, se trata, en alguna medida, de la reducción en los precios.
“Si se compra dos o tres cantidades de determinados productos se produce una rebaja”, dijo Malpica.
Agregó que, “lo peor que puede ocurrir es que el productor se quede con la mercancía, porque a largo plazo termina generando pérdidas”.
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