Opinión Jacinto Marín
Este viernes recién pasado, en uno de los actos de clausura de la 78 Asamblea anual de Fedecámaras, celebrada en la ciudad de Mérida, la Institución hizo pública su convocatoria a todos los componentes organizados de la sociedad civil para discutir y construir de manera colectiva las bases del nuevo modelo de desarrollo socioeconómico nacional. Más que una convocatoria, se trata de una invitación, exhorto o iniciativa que sirve como punto de partida para la articulación de los lineamientos básicos y en visión compartida y consensuada para la recuperación y desarrollo de la economía.
La invitación está explícita en un documento de 179 páginas, en las cuales y a manera de diagnóstico se exponen las razones que justifican la articulación de visiones y opiniones. En ese sentido, Fedecámaras expresa: “la economía venezolana es poco competitiva. Debemos comenzar una transición sobre la base de referentes alternativos a la renta petrolera. Hemos estado aislados en términos de intercambio, competencia y actualización tecnológica respecto a los mercados globales. Nuestro componente productividad debe recibir mayor atención. La desinversión interna está comprobada. La diáspora tanto laboral como capacitada y especializada es una realidad que nos impacta. Nuestro sistema educativo se desmantela y a la vez padece de un proceso de des-aprendizaje tecnológico importante. No identificamos agendas de políticas públicas que representen ventanas de modernización. No comprobamos convicciones en el modelo político del actual régimen en favor del desarrollo de nuestro sector privado”.
El modelo propuesto está suficientemente soportado en ocho premisas, a saber: el ciudadano como centro de atención prioritaria, el desarrollo basado en el talento, la actualización tecnológica y en productividad, la pérdida del bono demográfico, la diáspora venezolana, el sector privado como protagonista, la productividad emergente y el modelo federal de la nación. A la par, estas premisas deben ser desarrolladas de manera prioritaria en un conjunto de diez áreas vinculadas a la economía nacional: alimentos, tecnología, industria, energía, conocimiento, medicina y bienestar, transporte y logística, comercio, sistema financiero y hombre y sociedad. Se incluyen, además, los factores respectivos para darle mayor transversalidad a las áreas y premisas.
Procurar un acuerdo nacional, según la convocatoria, representa para Fedecámaras un “desafío político cuántico”, en tanto que se requieren visiones compartidas, hojas de ruta, agendas, mapas estratégicos y consensos mucho más allá de lo individual, con suficiente masa crítica que garantice a largo plazo tanto lo incluyente como el fortalecimiento institucional. La convocatoria es, sin duda ambiciosa, pero necesaria e impostergable. En todo caso, Fedecámaras tiene la suficiente pertinencia, representatividad y credibilidad para acometer misiones de este alcance y naturaleza.
La visión de Fedecámaras dista mucho de ser cortoplacista o de un simple cambio de un período gubernamental por otro del mismo cuño; la visión está comprendida en un lapso no menor de trece años (2022-2035) con crecimiento sostenido y en cuyo lapso coincide la mayoría de los expertos.
Además, se trata de una iniciativa expresada en oportunidad muy apropiada, en tanto que las elecciones presidenciales están previstas para realizarse en el 2024 y el plazo previo de dos años es prudencial para el logro de las articulaciones y el consenso. No obstante, para Fedecámaras no hay tiempo de espera y desde ya el exhorto está en marcha con el abono anticipado para la discusión y construcción de las bases del nuevo desarrollo. “Si no nos anticipamos, difícilmente podremos hacer el mejor papel posible que nos exige y requiere Venezuela”, dice el documento.
Por otra parte, la oportunidad ha de ser un hito para el sector privado en la ruta hacia el 2035. La capacidad para la organización, la identificación de recursos, apoyos técnicos y una agenda en esta materia son tareas que no admiten postergación. “Convocamos a toda la sociedad venezolana a lograr un país de avanzada”, concluye el documento de Fedecámaras.
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