El gobierno del presidente Nicolás Maduro pagará aguinaldos a millones de empleados estatales en cuatro cuotas, conocidos en Venezuela como aguinaldos, para evitar que la inflación y el tipo de cambio se disparen, advierten economistas y según un dirigente sindical ligado al chavismo.
El bono, equivalente a cuatro meses de salario, se depositará en cuatro partes a partir de esta semana: la primera, este miércoles 5 de octubre; otro, el 2 de noviembre; el siguiente, el 30 de noviembre; y la última, el 15 de diciembre, según informó el coordinador general de la Central Bolivariana Socialista de Trabajadores, Carlos López.
En Venezuela, el pago a plazos de los aguinaldos es inusual. Existen contratos colectivos de larga data, como el de los profesores universitarios, que establecen un depósito único por estas prestaciones contractuales en vacaciones o al final del año.
A partir de este miércoles, el Estado depositará el primero de cuatro lotes de una cantidad masiva de fondos, que no ha sido precisado ni oficial ni extraoficialmente, y lo hará de «manera superflua, sin respaldo, con dinero creado artificialmente», según Sutherland.
“Millones de personas van a comprar más bienes y servicios (con bolívares) y los empresarios entienden que los bolívares no son un depósito de valor confiable, que pierden valor en cualquier momento y van a comprar divisas”, escaso en el local mercado en buena parte por el colapso de la industria petrolera, centro neurálgico de las finanzas del país, expone.
Cambios y acuerdos
La firma Ecoanalítica, espera que haya una “presión cambiaria” en octubre y diciembre. En esos meses, se elevará “un poco el consumo” por las bonificaciones.
“En una economía dolarizada, que ha tenido un mayor uso de bolívares en las últimas semanas, eso va a llevar a nuevas presiones cambiarias”, apunta Palacios Chacín.
Para que ese efecto no ocurra o se modere, el BCV debe estar preparado para inyectar divisas al mercado ante el esperado aumento de la demanda de divisas por la mayor circulación de bolívares, una moneda que no genera confianza, advierte.
Sutherland, por su parte, cree que la solución es más compleja. La ideal sería pagar todas las acreencias del Estado con dinero “fresco, real” e incluso con divisas como el dólar o euro.
También, podría generar divisas suficientes para el mercado local con el fin de aumentar “de manera orgánica” la base monetaria, dice. Antes, acota, debe haber un vuelco de 180 grados de la política económica del gobierno de Maduro.
“Tiene que hacer cambios políticos democráticos drásticos, llegar a un acuerdo para disminuir la pugnacidad entre factores empresariales, políticos, estatales”, resalta.
Además, el oficialismo debería procurar un acuerdo de gobernanza que le permita tener acceso a créditos internacionales y vender más petróleo mediante reformas de la ley del sector, opina. No ve voluntad para ello, admite el experto.
“El gobierno se niega a dialogar y negociar. Ni siquiera está dispuesto a discutir formas para disminuir el efecto de las sanciones en la economía”, concluye.
Fuente: Informe21
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