Para el año 2007, Venezuela contaba con un parque automotor fuerte, estable y con miras a tener un crecimiento cada vez mayor, tanto de carros ensamblados en el territorio nacional como autos importados, sin embargo, la crisis social y económica volcó esas estadísticas consiguiendo que este mismo se haya reducido drásticamente.
En este sentido, el ingeniero fundador de Asociación Integral de Políticas Públicas (AIPOP) Eduardo Páez Pumar, informó en el programa “Petroguia” que actualmente el parque automotor venezolano “con la tendencia que este mismo venía trayendo era para que se ubicara en más de 6 millones de vehículos, sin embargo, esto no es así, este se redujo y solo contamos con un poco más de 4 millones de automóviles en el país”, de los cuales el 98 % son vehículos personales, y el otro 2 % son transportes públicos.
Asimismo, Páez Pumar explicó que esta misma crisis ha provocado que la venta de carros importados que llegaban al país también se haya reducido a un numero bastante considerable, “de los más de 20 mil carros importados que se vendían en el año 2007, ahora solamente quedan en existencia unas 1500 unidades”, números solamente de automóviles particulares.
Aumento del parque automotor en el sector de transporte
A su vez, el sector transporte del país tuvo un breve incremento en cuanto a sus unidades, puesto que el gobierno en conjunto con el Fondo Chino, logró la adquisición de 7000 autobuses de marca Yutong, de los cuales la mayoría “se encuentra paralizado por falta de refacciones, aceites y cauchos”, puntualizó Páez Pumar
Si bien había un proyecto por parte del Gobierno con estos autobuses, los cuales cuentan con un motor de muy buena calidad, este mismo no contó con el respaldo de plantas reparadoras, “no se adiestraron mecánicos calificados para poder reparar los autobuses, por este motivo casi todos están tirados o estacionados sin poderles hacer nada, tenían un manual, pero venía en chino y nadie lo entendía”, añadió el ingeniero.
Proyecto de gas natural para los vehículos
Por otra parte, el Gobierno tuvo un proyecto el cual consistía en cambiar la manera de darle energía a los vehículos. Una bomba de gas natural introducida en la maleta del vehículo, sin embargo, al igual que con el proyecto de los autobuses chinos, las estaciones de servicio no contaban con la suficiente capacidad para poder atender y recargar el gas de los vehículos, impidiendo su adecuado funcionamiento.
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