Pollo y huevos lideran el consumo de proteínas en Caracas por los altos precios de la carne

La devaluación del bolívar, el alza del dólar y la limitada capacidad de compra de los consumidores han desplomado el consumo de carne en Caracas, donde el pollo se impone como opción más accesible. Comerciantes trabajan con márgenes mínimos y muchos replantean su operatividad o piensan en cerrar sus locales.

Caracas. En los mercados de Caracas, la carne pierde terreno frente al pollo. La devaluación del bolívar y la subida del dólar oficial han reducido el consumo de proteínas, lo que ha golpeado a los comerciantes que hoy trabajan con márgenes de ganancia mínimos y que, en muchos casos, ya piensan en cambiar de rubro o cerrar sus negocios.

Durante un recorrido de Crónica Uno por sectores populares y mercados municipales de Caracas, se constató que los comerciantes trabajan con márgenes de ganancia mínimos, reflejo de las dificultades económicas del contexto actual.

En la calle Cajigal de El Valle, por ejemplo, funciona un local cuya denominación comercial es “carnicería”, aunque en sus cavas y mostradores solo se observan pollo y huevos.

Aníbal*, quien heredó el negocio de su padre y tiene más de 20 años en la zona, contó que en 2025 decidió dejar de vender carne porque resultaba poco rentable.

“Nosotros decidimos no vender más carne, porque desde el año pasado vimos una caída en el consumo y ya para diciembre la ganancia era mínima. Aunque el precio de la carne no varía mucho, es cuesta arriba para la gente pagar $10 por un corte de primera o $9 por un kilo de molida o de mechar”, explicó.

El dólar devora el bolsillo

Señaló que la devaluación de la moneda es uno de los mayores problemas tanto para comerciantes como para consumidores.

“En enero, el dólar estaba en Bs. 60 si lo redondeamos; el kilo de carne te costaba los mismos $10 que te cuesta hoy en día, pero 7 meses atrás eran Bs. 600 hoy son Bs. 1.400. Es decir, más del doble y esa devaluación nosotros tenemos que incluirla en nuestra estructura de costos y eso afecta las ventas y la rentabilidad del negocio”, aseguró.

Sobre el cambio de rubro, indicó que el pollo resulta más accesible en el mercado mayorista y los clientes lo prefieren por su variedad de presentaciones.

“El precio del pollo es un poco más manejable, nosotros lo tenemos en $4,5 y con lo que te compras un kilo de carne, te compras 2 kilos de pollo entero y te sobra dinero. Con $10 te puedes llevar 2 kilos de picadillo o 2 kilos de muslos. Lo más caro es la milanesa y aún así sale más económica que la carne”, añadió.

Aseguró que solo retomaría la venta de carne si la situación económica mejora. “A mí me gustaría vender carne nuevamente, incluso meter charcutería en el negocio, pero si la economía mejora, porque nadie tiene un negocio para perder”, alegó.

Según Fedenaga, entre 2023 y 2024 el consumo per cápita de carne habría aumentado de entre 8 y 9 kg a aproximadamente 12 kg por año.

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Foto Archivo: José Núñez.

Pollos que sustituyen bistecs

Edgar Medina, presidente de la Federación Nacional de Ganaderos (Fedenaga), ofreció recientemente un balance sobre el comportamiento del sector durante el primer semestre de 2025 y confirmó que la crisis cambiaria los ha afectado.

“Durante 2024, los venezolanos venían incrementando el consumo per cápita, hoy en día se ha estancado y se ha venido un poco hacia la baja, producto también de la situación del cambio de la moneda”, admitió.

Detalló que el precio del kilo de carne a puerta de corral se mantiene entre $1,95 y $2,10, aunque advirtió que debería ajustarse a la estructura de costos de las unidades de producción.

“Todo esto va a depender si se come toro, vaca, novilla, cada producto tiene distintos precios. Debemos tener una clasificación más detallada del producto que vamos a consumir”,puntualizó.

Foto: Crónica Uno

Ofertas a gritos, ventas en caída

En el mercado de Quinta Crespo, en el área de carnicerías y ventas de pollo, los vendedores gritan ofertas para atraer clientes y convencerlos de comprar.

Uno de los locatarios, quien prefirió no dar su nombre, aseguró que estos son momentos en los que le “provoca tirar la toalla”, pues las ventas han caído y los comerciantes no pueden revertir la situación debido al aumento constante del dólar.

“Los precios aunque no nos guste aumentan todos los días. Las estructuras de costos nosotros las tenemos en dólares, pero la mayoría de las ventas se realizan en bolívares y hoy usted compra un kilo de carne a un precio y mañana tiene otro, pero no es culpa nuestra, es culpa del BCV”, explicó.

Sostuvo que los costos operativos también inciden de forma significativa y que los márgenes de ganancia se reducen cada vez más.

“El punto de venta te cobra comisión, el biopago te cobra comisión diaria por venta, el arrendamiento del local, los impuestos, los sueldos de los trabajadores. Todo eso hay que pagarlo y si las ventas bajan, es mucho más complicado cubrir todos esos gastos”, advirtió.

Foto: Crónica Uno

Agregó que la baja capacidad de compra del venezolano paraliza el comercio y, en muchos casos, lo hace insostenible.

“En Venezuela los sueldos son bajos en general, en Europa el sueldo mínimo es de 1.200 euros, pero aquí el gerente o el director es el que te gana eso, porque la mayoría de la gente gana entre $200 o $300 mensuales, el que trabaja en una empresa privada. Si los sueldos no mejoran y la economía no mejora, el comerciante seguirá trabajando bajo una incertidumbre que no es buena para nadie”, alertó.

Frenar al dólar

El presidente de Fedecámaras, Felipe Capozzolo, señaló en un mensaje publicado en sus redes sociales que cada aumento de la divisa genera incertidumbre sobre cuándo se estabilizará su precio y, en consecuencia, los costos empresariales.

“La cotización del dólar oficial va a impactar la estructura de costos; la economía venezolana depende todavía de productos importados y de materias primas”,aseveró.

Desde el plano institucional, recordó que Venezuela sigue siendo un mercado pequeño y con costos altos, por lo que el gremio empresarial tiene la responsabilidad de incidir en la política pública para ampliar la capacidad del mercado y reducir gastos.

“Venezuela es un país de mercado muy pequeño, pero con costos muy altos; nos tomamos muy en serio nuestra responsabilidad de incidir en la política pública para avanzar hacia una realidad de mercado más grande con costos más bajos”, sostuvo.

Crónica Uno