Proyecto Danta: cámaras trampa que ayudan al ecosistema

En 2019, los guías de montaña, Giomar Cordova y Leiner Giménez, avistaron a un mamífero de gran tamaño en las profundidades del Parque Nacional Waraira Repano. Ambos hombres no sabían la importancia ecológica de este episodio. Se trataba de dantas (Tapirus terrestris), un animal que se creía extinto en el ecosistema de la montaña que corona Caracas. A raíz de este encuentro, Cordova inició el proceso que lo llevaría a empezar con el Proyecto Danta.

«Primero, nos comunicamos con Martha Sulbaran, médico veterinario y actual directora del proyecto. Igualmente, hicimos contacto con Denis Torres, geógrafo y presidente de la Fundación AndigenA. Con ambos contactos completamos una investigación preliminar sobre este animal. A partir de ahí comenzamos a trabajar en la colocación de camaras trampa en las zonas donde podían vivir las dantas. Efectivamente, los animales hicieron su aparición en los vídeos. Desde ese momento, hemos recibido ayuda de distintas compañías, como Embutidos Movilla o Lithomundo de Guarenas. Del sector publico hemos tenido el apoyo para conseguir los permisos que necesitamos», dijo Cordova en Fedecámaras radio.

El Tapirus terrestris es la especie de mamífero silvestre más grande de Venezuela. Son popularmente llamados «arquitectos del bosque» por su papel en la dispersión de semillas, como resultado de su dieta herbívora y en grandes cantidades. No obstante, la especie se encuentra en peligro de extinción por la destrucción de su hábitat natural. La expansión de la agricultura y de las ciudades ha reducido los bosques. Por eso, la existencia de dantas en el Waraira Repano es algo excepcional.

Cordova indicó, durante la entrevista que concedió a Fedecámaras radio, que el grupo maneja varias estaciones de camaras trampa. Estos dispositivos se activan con un sensor de movimiento y se pueden ubicar en los árboles de la montaña. Gracias a este trabajo han podido calcular el tamaño de la población de dantas que habita en el territorio estudiado. «Desde Proyecto Danta estamos estudiando un área de, aproximadamente, 9 kilómetros cuadrados. Dentro de este sector hemos ubicado una cantidad de cámaras. Aproximadamente, hay de 7 a 9 dantas segun nuestro registro».

En el reino de la danta

El hecho de que subsista una población de dantas relativamente tan cerca de Caracas no es mera casualidad. El Parque Nacional Waraira Repano abarca más de 800 kilómetros cuadrados, y llega a superar los 2.700 metros sobre el nivel del mar en su punto más alto, el pico Naiguata. Esta inabarcable montaña ha protegido a la danta.

«Por seguridad, no se debe divulgar la localización de las dantas. Sin embargo, se puede decir que viven en la zona de selva de transición: entre selva nublada y bosque seco. Esto es a partir de unos 1.600 metros o hacia arriba», describió Córdova. Es este aislamiento relativo, alejado de las rutas transitadas por los humanos, lo que le ha permitido a la danta avileña sobrevivir.

Cordova adelanta que todavía hay mucho trabajo por hacer a favor de la conservación del «arquitecto del bosque». «Una de las cosas que queremos en Proyecto Danta es recolectar material genético de los ejemplares del Waraira Repano. Con esto se podría hacer un estudio de la diversidad genética de esta población. Para ello, estamos tratando de hacer contactos con distintos institutos científicos. Pero estos proyectos de conservación llevan tiempo y recursos, y todos sabemos que la realidad en Venezuela es difícil».

Escucha la entrevista completa haciendo clic aquí:

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