Los robos en las carreteras han sido un motivo de preocupación para los viajeros y en especial para los encargados de transportar valores y alimentos.
Sin embargo, como muchas otras actividades, durante la pandemia estos asaltos disminuyeron de forma notable. Esto tiene una lógica: al disminuir la cantidad de personas en circulación, son menores las oportunidades para cometer este tipo de robos.
A partir del mes de marzo se ha visto un repunte en los reportes recibidos de manera informal sobre asaltos por piratas que operan en las vías troncales
El martes, por ejemplo, un hombre fue impactado por un proyectil en la pierna derecha durante los intentos por apoderarse de su vehículo en la bajada de la carretera panamericana que conduce de Los Teques a Tejerías.
Pero otros casos han sido reportados en días previos, que nos obligan a hacer una revisión de nuestros planes de viaje
En los meses de marzo y abril hubo varios reportes sobre los problemas planteados por el acecho de delincuentes en la vía hacia oriente, mejor conocida como troncal 9
En un caso, reportado en abril, un agente de contrainteligencia militar fue ultimado cuando los cuatreros de carretera detectaron que viajaba en un camión. De acuerdo con el parte preliminar, el funcionario viajaba en ese vehículo gracias a un favor del conductor, que lo trasladaba desde Maturín hasta Barinas.
Otros hechos similares, además de algunos saqueos, hacen pensar en la necesidad de planificar con cuidado los traslados que pensemos hacer entre ciudades.
Los riesgos se incrementarán en la medida en que se alargue el trayecto, pues tendremos la necesidad de hacer paradas con el propósito de cargar combustible. De ser posible, estas paradas deben ser determinadas con antelación.