¿Por qué es necesario regular e impedir la realización de trabajos de mecánica pesada en los estacionamientos de los edificios residenciales?

Existen distintos tipos de trabajos mecánicos que se pueden efectuar a los vehículos, ya sean automóviles, camionetas, camiones o motocicletas. Generalmente, los engloban en dos categorías: ligeros y pesados.

Según la academia de conducción Kimen de Argentina, la mecánica ligera comprende los procedimientos y prácticas preventivas que se deben desarrollar tanto en lo previo a la conducción como también con respecto a cualquier necesidad que surja como consecuencia de esta. Generalmente, los trabajos de mecánica ligera no deben consumir más de una hora, y no requiere de mano de obra especializada.

Por lo tanto, todo lo que salga de esta definición debe ser considerado como mecánica pesada.

En términos prácticos, los trabajos de mecánica ligera no pasan por ejemplo de la revisión del nivel de aceite, e incluso su cambio o reemplazo. El cambio de una llanta pinchada o de alguna pieza, como por ejemplo el limpiaparabrisas, lo que no requiere de mayor cantidad de herramientas, e incluso puede hacerse en forma netamente manual.

Los condominios deben regular y establecer límites precisos en cuanto a la posibilidad de realizar trabajos mecánicos en el interior de los estacionamientos. Hay algunos que, simplemente, los tienen absolutamente prohibidos, y eso se puede comprender: además del riesgo de convertirse en una fuente de suciedad para las áreas comunes de las residencias, la actividad mecánica sienta las condiciones de oportunidad para eventuales hurtos de partes y piezas, en especial si son realizadas por personas que han visitado el conjunto residencial con propósitos netamente laborales, y que quizá más nunca vuelvan.

Esta oportunidad para la sustracción de partes y piezas de vehículos se incrementará en la medida en que el trabajo mecánico se prolongue, y en otros términos pase de lo ligero a la mecánica pesada, lo que implica la sustracción de piezas del vehículo que está siendo trabajado, a menudo mediante la utilización de herramientas de uso industrial.

Los trabajos de mecánica, además, pueden generar ruidos y problemas de convivencia con los demás residentes, debido a la utilización de espacios para una actividad que podría realizarse en talleres especialmente diseñados para ello.

Por otra parte, la utilización de herramientas comporta ciertos riesgos para los niños o jóvenes que puedan transitar por el lugar, mientras juegan o circulan por los espacios de su propio hábitat.

Desde luego, hay condiciones en las que un trabajo mecánico debe ser realizado en el sitio donde se aparca el vehículo, puesto que de otra forma no podría funcionar. De manera que cada situación debe ser revisada por los miembros de la junta, con la posibilidad de establecer excepciones a la norma.

Pero estas son situaciones muy difíciles de controlar en aquellos entornos donde las normas no son cumplidas a cabalidad, como sucede por desgracia en Venezuela. De manera que la recomendación en estos casos es vigilar muy de cerca el tipo de mecánica que se realiza en los vehículos, y si esta se extiende por cualquier razón se debe exigir al propietario la remoción del vehículo y su traslado a las calles o a algún taller especializado.

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