Las decisiones de orden económico que el gobierno ha ido tomando y reestructurando en la medida que se han ido formalizando, siguen sin producir los resultados esperados.
El ejecutivo viene hablando de una flexibilización del control cambio y del tipo de convertibilidad de la moneda, que recogería en teoría, lo solicitado por sectores empresariales y económicos que solicitaban una mayor apertura de nuestra economía pero que en la práctica, al no permitir esa flexibilización y disfrazar la “apertura” con un mayores controles , han terminado produciendo el efecto contrario: un aumento de la hiperinflación, lo que ha diluido entre otros, el aumento salarial, una enorme escasez de artículos , el cierre de pequeñas y medianas empresas que no pueden absorber los costos de su operación, desempleo, una mayor conflictividad social, entre otros aspectos,
Maiker Yriarte conversó con Ricardo Cusanno, para la “Mesa de análisis “, sobre el impacto que estas decisiones tienen en el empresariado y sobre su consideración acerca de si van o no en el camino correcto.
A este respecto señaló que las medidas,“son incompletas y las hicieron de manera errática”. Puso como ejemplo la decisión del aumento salarial, necesario, pero que ha debido hacerse como resultado de un proceso de consulta y consenso “ y no de manera unilateral, atacando al generador de empleo y al pagador de nómina por naturaleza, que es el sector productivo, que paga conforme a una producción y una planificación y que no es el Estado, que lo que hace es imprimir billetes y buenas noches“.
Indicó que el convenio cambiario habla de una libre convertibilidad de la moneda , que en la práctica no existe porque no se pueden comprar dólares porque no hay. A ello hay que agregarle que se sigue con “una caída sostenida de la producción petrolera ( …) una oferta exportable de medio millón de barriles, comprometida en su mayoría. Las industrias básicas están en el suelo”, con lo que no hay manera de producir las divisas que realmente se necesitarían para reimpulsar todo el aparato económico nacional.
En el tiempo que ha pasado desde que las medidas se implementaron, han surgido un conjunto de contradicciones que hacen pensar en que el plan no era como se dijo. «Le faltan unas variables: disciplina fiscal, por ejemplo. Te hablan de un déficit fiscal 0 pero dices que le vas a pagar la nómina a todo el mundo y dan una cantidad de bonos que no guardan relación con lo que tienes. Eso es igual a impresión de dinero no orgánico”. También falta confianza, porque “se ha hecho un ataque irrespetuoso e injusto contra el sector privado”, lo que aleja cualquier posibilidad de confiar en las buenas intenciones para reactivar el aparato productivo y, luego, “dónde está el dinero del rescate financiero? Para rescatar a la producción necesitas inyectar dinero para subsidios directos (…) hacer las inversiones para rescatar el tema de los apagones (…) el deterioro estructural y sistémico de la infraestructura”.
Al ser consultado sobre la idea de que el aumento salarial efectivamente benefició mayoritariamente a la población, explicó que en el corto plazo, lo que se tiene es una percepción de mayor cantidad de ingresos pero que «la hiperinflación se los está comiendo», ya no alcanzan, dijo.
En su opinión, «no se están haciendo los esfuerzos para el desmontaje de los controles , para incentivar al crédito, para darle estabilidad a la moneda y, por supuesto, para activar el aparato productivo”
Argumentó que el gobierno sigue empeñado en regular los precios de ventas, cuando el verdadero problema son los costos. «Si tú no me reconoces los costos (…) que tengo que pagar en divisas que no me das y que tengo que buscarlas en el mercado paralelo al doble de su valor, costos que no puedo reflejar, estoy produciendo a pérdida y quién quiere producir a pérdida?”
Cusanno expresó que el problema en el que estamos metidos, es bastante serio “Si la cadena de valor no está fortalecida completamente, no hay ni habrá resultado positivo de ningún tipo”
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