Desde 2015 y con el apoyo financiero de la Organización Mundial de las Migraciones (OIM) y otras alianzas con instituciones como el ICBF y Usaid, Tecnokids realiza talleres presenciales en menores vulnerables en zonas como: El Placer, Putumayo; Toribio, Cauca; Pitalito, Huila; Istmina, Chocó y Ranchería de las Américas en La Guajira, entre otras, con dos kits tecnológicos, uno enfocado en la electrónica básica y otro en la programación, con los cuales ha llegado a 12 departamentos y 30 municipios de Colombia para enseñar sobre tecnología de una forma práctica y resolviendo necesidades de las comunidades.
En la nota ‘Niños reinsertados ven en la tecnología una opción de vida’, publicada el pasado 3 de abril, dimos cuenta de que niños, niñas y adolescentes de 12 departamentos de Colombia se han acercado a la tecnología a través de los talleres y laboratorios de aprendizaje de estos desarrollos, orientados a ofrecerles novedosas opciones de vida que en dos años han llegado a más de 2500 niños.
La mencionada nota fue ilustrada con un registro fotográfico de menores participantes en tales talleres que no son desmovilizados, sino participantes del proyecto que viven en zonas golpeadas por el conflicto quienes se acogen al modelo de aprendizaje que incluye dos laboratorios de aprendizaje, uno de componentes análogos y otro de componentes electrónicos.
Al llegar, realizan ejercicios de sensibilización y talleres para que los jóvenes le pierdan el miedo a los componentes y comprendan algunos conceptos básicos. A lo largo de los talleres, que usualmente toma una jornada de 8 a 5, los jóvenes deben identificar y plantear una necesidad o un problema de su comunidad y luego trabajan en equipo para construir una solución.
En 4 visitas, o aproximadamente en un mes, los participantes de los talleres pueden terminar creando con sus propias manos un sistema de riego automático, pequeños carros robóticos, o alarmas y lámparas, entre otras opciones. La idea es que los menores, en el promedio de entre los 8 y los 13 años de edad, puedan acercarse a la tecnología como creadores y hasta futuros innovadores.
El proyecto también entrena a profesores porque la idea es que los kits se queden en los colegios o instituciones determinadas y los docentes, que han sido previamente capacitados, puedan seguir acompañando a otros niños y replicar el proceso.
Créditos: El Tiempo
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