Enfermarse en Venezuela es todo un problema más del que estar enfermo, la escasez de reactivos cómo la destrucción del sistema de salud en el país, han llevado a miles de personas a morir por enfermedades que normalmente no son letales. Durante la sección de Caracas Chronicles, Econocrónicos, en «Mesa De Análisis» con Anabella Abadi, la médico y escritora de Caracas Chronicles, Astrid Cantor, habló sobre la crisis que está viviendo actualmente el sector salud, y la difícil situación que pasan miles de enfermos a diario para conseguir los reactivos, medicamentos e incluso las camas para ser atendidos dentro de los hospitales.
Según datos de Caracas Chronicles en 2017 al menos 75% de los hospitales del país presentaban escasez de medicamentos, catéteres y demás reactivos esenciales. Además, cerca del 71% de los hospitales presentan fallas en servicios de ecografía y rayos X. También se estima que dentro de los hospitales al menos 89% presentan fallas en el servicio de laboratorios, donde poco más de la mitad de los pabellones, cerca del 51%, del país se encuentran inoperativos.
«Actualmente la infraestructura de hospitales en Venezuela está prácticamente acabada, la mala planificación de las políticas de salud del gobierno central ha llevado a Venezuela a vivir una crisis que está acabando con la vida de los venezolanos», afirmó la médico.
La Organización Mundial de la Salud estima que en Venezuela deberían existir al menos 93.000 camas disponibles en todos los hospitales y clínicas del país, pero según datos del Ministerio de Salud existen 25.909 camas, de las cuales tan sólo 61% se encuentran operativas según un informe de Caracas Chronicles.
El bachaqueo llega a las transfusiones de sangre
En febrero de este año la Sociedad Venezolana de Enfermería en Hemoterapia afirmó que 80% de los bancos de sangre de la nación no se encuentran abastecidos, lo cual ha llevado a miles de enfermos que necesitan alguna transfusión mueran por los problemas técnicos al donar sangre.
“En el país no existe la escasez de sangre, ya que cualquier persona puede ser capaz de donar la sangre para ayudar a un enfermo, el gran problema que existe es que se no encuentran los reactivos para realizar las debidas pruebas al donante y al producto, que determinen si la sangre es apta o no”, agregó la Dra. Astrid Cantor.
Ante esta situación ha nacido la venta de transfusiones cuyo precio puede a costar 7.000.000 de bolívares, lo cual equivale a más de 17 salarios mínimos, según informaciones de Caracas Chronicles.
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