En vez de calles, avenidas y números, what3words ha dividido el mundo en una cuadrícula formada por cuadrados -de 3 por 3 metros-, donde cada uno tiene asignado tres palabras de manera aleatoria. En total, 57 trillones de cuadrados para renombrar el mundo. Pese a lo peregrino del formato, este nuevo sistema de direcciones funciona con éxito desde 2016 en Mongolia, donde gran parte de la población vive en vastas estepas sin direcciones y ahora solo necesitan tres palabras para recibir un paquete o abrir una cuenta en el banco.
También usan what3words los servicios postales de Djibouti, Costa de Marfil o Nigeria, la aplicación de Naciones Unidas para informar sobre desastres, los programas de navegación de los coches Mercedes-Benz y, desde ahora, los coches de Cabify en todos los países en los que opera. En el caso de la empresa operadora de VTC en España y en nueve países de América Latina (México, Panamá, República Dominicana, Colombia, Ecuador, Perú, Brasil, Chile y Argentina) permite que, por ejemplo, a la salida de un gran evento, los usuarios que soliciten uno de sus coches puedan indicar con exactitud dónde se encuentra.
En España, el Puerto de Algeciras ha incorporado recientemente el sistema con el objetivo de facilitar los desplazamientos a los cinco millones de pasajeros que transitan por sus instalaciones: para embarcar en el ferry a Ceuta la dirección es «tigre.apoyar.salvar». Con este nuevo sistema, es posible dar la dirección de un puesto en un mercadillo, una tienda en un cámping o un grupo de amigos en una explanada de un concierto.
El sistema fue ideado por Chris Sheldrick, director general de what3words, que durante una década en la industrial musical se enfrentó a diario a la frustrante tarea de indicar a los proveedores dónde descargar los equipos de música y a los músicos cómo llegar hasta el acceso reservado para artistas de los conciertos. «Nuestro sistema aporta más precisión, es muy importante en el último kilómetro de un desplazamiento, que es donde suele haber más problemas», explica Etienne.
Las virtudes del sistema de tres palabras pueden parecer pequeñas en el mundo desarrollado donde, aunque imperfectos, sí existe un sistema de direcciones, pero su verdadero «valor añadido» es en países en vías de desarrollo: «El 75% del mundo no tiene direcciones», subraya la portavoz. Esto impide a la población que vive por ejemplo en favelas, la posibilidad recibir correo, solicitar una ambulancia o dar su localización a la policía en caso de que se produzca una emergencia.
En Sudáfrica, la asociación Gateway Health ha resuelto el problema al que se enfrentaban sus conductores que se encargan de trasladar a parturientas desde remotas zonas rurales donde no hay ningún sistema de direcciones. Tras cinco años en marcha, la tecnología está disponible en una veintena de idiomas (en breve estará finalizada la versión en chino).
La aplicación es totalmente gratuita para los usuarios (iOS y Android), pero es de pago para las empresas que lo utilicen. «En caso de que nuestra empresa cerrara -subraya- nos hemos comprometido a transformar la aplicación a código abierto para que cualquier pueda usarla».
Créditos: ABC
Lea también: