Venezuela busca llenar el vacío petrolero con nuevos socios tras salida de Chevron

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Pdvsa firmó al menos nueve acuerdos con proveedores de servicios extranjeros para el sector petrolero, entre ellos dos empresas chinas, según indicaron a Bloomberg fuentes familiarizadas con los contratos. El objetivo es mantener el flujo de dólares a la economía luego que sanciones obligaran a Chevron Corp. a poner fin a su producción en el país.

Los contratos prevén que las empresas exploten pozos ya perforados y les otorgan el derecho exclusivo de vender la producción, dijeron las fuentes que pidieron anonimato. Esto rompe con la práctica habitual en el país, donde Petróleos de Venezuela, siempre mantuvo los derechos exclusivos de comercialización. Al menos una de las empresas desistió porque no pudo obtener una licencia estadounidense para operar en la industria venezolana.

Estos acuerdos evidencian la estrategia del gobernante Nicolás Maduro para llenar el vacío dejado por Chevron y otras empresas occidentales. La administración del presidente Donald Trump se negó a prorrogar las licencias que les permitían operar, a pesar de las sanciones. Chevron representaba casi una cuarta parte de la producción petrolera de Venezuela, la industria más importante del país y su principal fuente de divisas.

La licencia que permitía a Chevron producir y exportar crudo a Estados Unidos expiró en abril y se le concedió hasta el 27 de mayo para concluir sus operaciones. También vencieron los permisos de los proveedores Halliburton Co., Schlumberger NV, Baker Hughes Co. y Weatherford International Plc.

«Pdvsa tiene un plan para producir petróleo a pesar de las medidas coercitivas unilaterales» de EEUU, dijo el 29 de mayo la vicepresidenta y ministra de Petróleo, Delcy Rodríguez.

Lo que establecen los acuerdos

Los nuevos contratos otorgan a cada empresa extranjera el control de al menos un bloque de tierra en el estado de Zulia o en la Faja del Orinoco, según las fuentes. Pdvsa mantendrá al menos 50% de participación en todo el crudo producido, con el porcentaje exacto variando según el bloque.

La empresa asociada se encargará de las operaciones y de su parte en las ventas de petróleo. Las empresas extranjeras estarán exentas de algunos impuestos y Pdvsa pagará su parte de las inversiones con crudo.

Entre las compañías están Aldyl Argentina SA y las chinas Anhui Guangda Mining Investing Co. y China Concord Resources. Una empresa estadounidense, North American Blue Energy Partners, filial de la empresa Global Oil Management Group del magnate Harry Sargeant III, firmó un acuerdo, pero luego dijo que no seguirá adelante porque no logró obtener la licencia de EEUU.

Venezuela promociona estos contratos como oportunidades para que empresas de servicios, que tengan tolerancia al riesgo, llenen el vacío dejado por las grandes petroleras obligadas a salir del país. Algunas de estas empresas intentan eludir las sanciones estadounidenses mediante el uso de criptomonedas y otros métodos de pago que escapan al control de los reguladores estadounidenses.

«La única forma en que Venezuela puede mantener y aumentar la producción es confiando en empresas privadas locales e internacionales que no temen las sanciones de Estados Unidos», dijo el legislador oficialista William Rodríguez, miembro de la Comisión de Energía de la Asamblea Nacional.

«Al contrario de 2019, cuando se impusieron las sanciones, hoy hay un marco para operar fuera del sistema bancario estadounidense y un mercado estructurado con países aliados como China, Irán y Rusia», agregó el parlamentario.

A diferencia de contratos anteriores, estos acuerdos no necesitan la aprobación de la Asamblea Nacional. Se firman bajo la ley antibloqueo de Maduro, que según críticos es inconstitucional y elude la ley de hidrocarburos que limita la participación extranjera.

La estimación estatal

Venezuela produce alrededor de un millón de barriles diarios de petróleo. La producción podría reducirse a la mitad tras la entrada en vigor de las políticas de Trump, según Oxford Economics. Sin embargo, otras previsiones son más optimistas. Francisco Monaldi, director de política energética del Instituto Baker de la Universidad Rice, dijo que la producción solo podría caer un 11% para fin de año.

Aunque Chevron ya no puede producir en Venezuela, tiene una exención para realizar mantenimiento en el país.

La empresa estatal estima que los nueve bloques que explotará bajo estos contratos de 20 años producirán un total de 600.000 barriles diarios con un gasto de capital de 20.000 millones de dólares, según documentos a los que accedió Bloomberg. Pdvsa planea firmar más contratos similares en los próximos meses, revirtiendo parcialmente la ola de nacionalización impulsada por Hugo Chávez a mediados de la década de 2000.

«Pdvsa ya ha intentado este esquema antes con poco éxito, aunque estas nuevas condiciones son mucho más atractivas que las anteriores», afirmó Monaldi. La clave, dijo, es que la empresa debe garantizar suministro constante «a empresas dispuestas a asumir el riesgo y las consecuencias de operar en el mercado negro».

Con información de Bloomberg y Finanzas digital