El sistema de salud venezolano carece de insumos y capacidad diagnóstica para enfrentar un repunte de virus respiratorios como el COVID-19, alertó Patricia Valenzuela, presidenta de la Sociedad Venezolana de Infectología. La especialista recalcó que hospitales públicos no están preparados ante nuevas variantes y el aumento de casos.
Caracas. A pesar de las lecciones que dejó el COVID-19, el sistema de salud venezolano sigue sin estar listo para enfrentar una nueva pandemia un repunte de la transmisión de los virus respiratorios.
La falta de equipos, escasez de insumos, hospitales deteriorados y limitaciones para el diagnóstico forman parte de un panorama que preocupa a los especialistas como Patricia Valenzuela, presidenta de la Sociedad Venezolana de Infectología.
Asegura que los hospitales del país carecen de insumos y reactivos para procesar pruebas moleculares que permitan la detección de virus respiratorios.
Agrega que los diagnósticos de COVID-19 se realizan mayormente a través de pruebas antigénicas y PCR en tiempo real, pero solo están disponibles en clínicas privadas y en el Instituto de Higiene Rafael Rangel.
“Son pocos los venezolanos que pueden acceder a estos diagnósticos privados; el resto depende de hospitales que no están adecuados”.
Valenzuela advierte que las emergencias hospitalarias no disponen de suficientes camas para atender pacientes y las terapias intensivas son limitadas, dato que confirma la Encuesta Nacional de Hospitales, en 2024, al indicar que en promedio hay 34 camas operativas en las emergencias de los hospitales.
“Es necesario acondicionar los hospitales, dotarlos de insumos y reactivos, y trabajar en función de los nuevos parámetros de la Organización Mundial de la Salud para actuar en caso de una pandemia”.
Incremento de casos
La infectóloga explica que en los últimos meses ha aumentado el porcentaje de pruebas positivas para SARS-CoV-2 en Venezuela.
“Desde julio de 2024 no se registraba un porcentaje tan alto de positividad en las pruebas de paneles de virus respiratorios. Los resultados positivos están entre 11% y 12%”.
Pero el Ministerio de Salud (MPPS) niega que haya casos de COVID-19 en el país. Por el contrario, asegura que el aumento de pacientes con síntomas de enfermedades respiratorias se debe a resfriados y gripes, lo que coincide con la temporada de lluvias.
Según Valenzuela, no se puede negar la presencia del virus en Venezuela, ya que sigue circulando en el mundo. “No somos la excepción”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió, el 23 de mayo, una alerta por el aumento de casos de COVID-19 debido a la nueva variante NB.1.8.1, que presenta varias mutaciones y es más contagiosa.
La OMS señala que esta variante es una evolución de ómicron y ya representa más del 10 % de los contagios globales, por lo que sigue bajo vigilancia.
La especialista aclara que no se sabe si esta subvariante ya circula en el país, porque el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) no ha dado información actualizada.
“Esta variante puede llegar en cualquier momento a América y, por ende, al país, porque no estamos aislados. Lo ideal es que los médicos realicen pruebas especiales para determinar la incidencia de virus respiratorios”,enfatiza.
Agrega que en Venezuela actualmente circulan varios virus respiratorios, como Influenza A, Influenza B, SARS-CoV-2, metaneumovirus y rinovirus, sobre todo en el hemisferio sur, donde es invierno.
Sin vacunas actualizadas
Para Valenzuela, la vacunación sigue siendo clave para evitar cuadros graves, hospitalizaciones y muertes por enfermedades como la influenza y el COVID-19. “La vacuna contra la influenza, que se actualiza anualmente, contiene cepas específicas para la temporada 2025-2026, incluyendo AH1N1 y H3N2”.
Aunque existen vacunas actualizadas contra SARS-CoV-2, adaptadas a la subvariante ómicron, en Venezuela no hay disponibilidad en el sistema público.
“Solamente en los entes privados y a nivel sanitario, esta situación podría tener respuesta. No están disponibles en el país, a pesar de que la OMS asegura que estas vacunas siguen siendo efectivas”, lamenta.
El clima como factor
Valenzuela explica que el cambio climático también ha impulsado la aparición de enfermedades infecciosas, sobre todo las transmitidas por vectores. El calentamiento global, la deforestación y el crecimiento urbano desordenado alteran el ecosistema.
“Estos problemas descontrolados exponen al ser humano directamente a enfermedades como el dengue, Chikungunya, Oropuche o malaria, lo que ha provocado que migren a otras zonas”.
Agrega que el calentamiento global permite que estos vectores crucen sus fronteras tradicionales; por ejemplo, en el país se diagnostica malaria en zonas antes no endémicas, como el sur de Venezuela. “También hemos tenido casos de brotes documentados en España, Francia e Italia de dengue el año pasado”.
Aun así, las recomendaciones siguen siendo las mismas. “Higienizar los espacios, ventilar el aire, el lavado de manos y el distanciamiento físico en caso de tener síntomas de gripe o diagnóstico confirmado”, recordó la especialista.
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