La red de Internet cuántico es la nueva innovación de conexión casi a prueba de hackers, brindando mayor privacidad a las personas y empresas.
Esta aplicación de la física cuántica en la computación se basa en el concepto de la teleportación cuántica para el envío de información entre 2 computadoras físicamente separadas.
La principal diferencia entre el Internet clásico y el cuántico es el tipo de bits utilizados. El clásico utiliza bits clásicos que puede tener los estados 0 o 1. Mientras que el cuántico utiliza qbits, lo cuales pueden tener un estado intermedio entre el 0 y el 1, además de los estados de un bit clásico.
Además los qbits permiten el entrelazamiento cuántico. Este fenómeno es el que permite la teleportación de información del punto «A» al punto «B» sin importar su ubicación geográfica, en este estado todo que pasa en «A» se ve reflejado en «B».
Esta tecnología busca ser una red complementaria, que permita la transferencia de información cuántica. Su objetivo no es sustituir al internet.
Se espera la llegada de la primera red de Internet cuántico para finales del 2020 en Holanda, entre la ciudad de Deft y La Haya. Sin embargo se tiene previsto que su globalización suceda en la segunda mitad del siglo XXI, cuando existan suficientes procesadores cuánticos.
Ya las grandes empresas del sector como Google e IBM están trabajando en ordenadores cuánticos que permitan el uso de la red de cuántica. Existen muchos avances y grandes descubrimientos acerca de este tema, pero es una tecnología extremadamente cara y que se conocerá a su debido tiempo.
En la práctica, se estima que toda la seguridad del Internet funcione a través del cifrado cuántico. Los qbits son más difíciles de hackear, pero no imposibles, lo que si se puede decir con certeza es que todos sus movimientos son rastreables.
Con información de Silicon.es
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