Lee Kun-hee, presidente de Samsung desde 1987, falleció a los 78 años de edad en compañía de su familia.
La noticia fue confirmada por el grupo tecnológico el 25 de octubre, sin embargo no anunciaron quien será su sucesor. Se espera que el nuevo presidente sea su hijo Lee Jae-yong, quien también forma parte de la junta directiva de Samsung.
La causa de muerte no se ha revelado, pero se sabe que el empresario se retiró de la palestra pública en 2014 luego de sufrir un ataque cardíaco que lo mantuvo en coma hasta el momento de su deceso. Debido a este problema de salud, Lee Jae-yong asumió el cargo en nombre de su padre.
Aunque muchos expertos afirman que la compañía debería dejar de ser una dinastía familiar. Sobre todo porque Lee Jae-yong ha tenido problemas legales desde que asumió el papel de presidente. Pasando casi un año en la cárcel por un escándalo de corrupción.
Además el sucesor de Lee, deberá pagar varios miles de millones de dólares en impuestos de sucesión. Lo que puede generar una reducción en el porcentaje de participación en Samsung.
Legado de Lee Kun-hee
Lee Kun-hee era el tercer hijo de Lee Byung-chul, fundador de Samsung, y formó parte de la junta directiva de la empresa casi 20 años antes de asumir la presidencia.
En sus 33 años a cargo, Samsung pasó de ser una compañía de productos baratos y de media calidad a la potencia tecnológica que es hoy en día. Ahora producen televisores de ultima generación, smartphones de alta gama, sistemas de almacenamiento y desarrollan redes de sexta generación.
Según la revista Forbes, Lee Kun-hee era una de las personas más poderosas del mundo. Con mas de 21.000 millones de dólares a su nombre, era uno de los hombres más ricos de Corea del Sur.
Aunque no todo fue bueno para el coreano, en 2008 se vio envuelto en un escándalo de evasión de impuestos, corrupción y sobornos a jueces, fiscales y políticos de Corea del Sur.
Lee Kun-hee aceptó los cargos y fue condenado a 7 años de prisión, condena que no cumplió por que el presidente del país le perdonó los cargos.
Esta medida fue tomada para que el empresario mantuviese su lugar en el comité olímpico internacional y ayudar a la candidatura de Corea del Sur como sede de los juegos olímpicos de invierno de 2018, la cual ganaron.
Ya en el 2010, Lee Kun-hee regresa a su puesto como jefe de Samsung hasta que sufrió el ataque cardiaco.
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