El nitinol es un metal extraño que tiene una gran capacidad de adaptación y una aleación que puede ser entrenada para recordar formas especificas.
El nitinol, fabricado con níquel y titanio, obtiene capacidad de adaptación a través del calor. Para «entrenar» este material debe calentarse en la forma deseada y luego se salpica con agua fría. Si se dobla de forma incorrecta y se vuelve a utilizar la misma fuente de calor, el metal volverá a su forma original.
La temperatura necesaria para la transformación del nitinol varía en función de la proporción ajustada de níquel y titanio. Los ingenieros pueden ajustar el metal para que se adapte a una amplia gama de condiciones. Esto lo convierte en una herramienta clave en lugares donde la mecánica compleja no encaja.
Actualmente juega un papel importante en los planes de la NASA. Según afirman ingenieros del Centro de Investigación Glenn de la agencia a The Verge, el nitinol es parte de la misión para recuperar el primer alijo de muestras de suelo marciano prístino de la humanidad, en la segunda etapa de una campaña de misiones a Marte dirigida por la NASA y la Agencia Espacial Europea.
Ya la agencia espacial ha utilizado este metal en sus misiones. Existe un rover en la luna que tiene ruedas de este material y logra flexionarse alrededor de objetos rocosos y luego volver a su forma original.
El nitinol también es utilizado en otros campos, como la medicina. Los cirujanos instalan diminutos tubos de malla que pueden dilatar los vasos sanguíneos de un paciente cardíaco por sí solos, sin necesidad de ayuda mecánica ni de cables.
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