El secuestro de un vuelo comercial ha inspirado numerosos filmes de acción, unos mejores que otros.
“Emergencia en el aire”, de Corea del Sur, es un buen ejemplo de cómo este contexto funciona para generar en la audiencia la expectativa requerida de que todo salga bien al final de la historia, tras minutos aferrado a la butaca como si fuese un pasajero más.
Con una referencia más cercana a la realidad está “Vuelo 93”, de Paul Greengrass, sobre la contundente tragedia de las Torres Gemelas. Y si de hazañas en las alturas se trata encontramos “Flight”, de Robert Zemeckis, que le valiera a Denzel Washington una nominación al Oscar 2013.
Hazañas, suspenso y acción. Todo eso es lo que se verá en otra cinta que se suma a la lista de aquellas inspiradas en esta temible situación de secuestro de vuelos comerciales y se llama “97 minutos”.
El perfil de su director, el finlandés Timo Vuorensola, es llamativo: en su país es autor y actor de la saga “Star Wreck” (“Naufragio Estelar”), parodia de la exitosa saga “Star Trek” (titulada en español “Viaje a las estrellas”). Pero en esta ocasión, el realizador va en serio al concebir esta película escrita por el autor indio, Pavan Groover (quien también actúa en la cinta) sobre la toma terrorista de un vuelo Londres con destino a Nueva York.
Dos grandes dan vida a los roles principales: Jonathan Rhys Meyers como Alex, el agente de la Interpol encubierto en el grupo terrorista que intentará salvar a los pasajeros y Alec Baldwin como Hawkins, el director de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos que dirigirá la operación desde tierra firme.
Suspenso y acción en este filme ideal para los amantes del thriller psicológico y de los finales inesperados, un punto que ha sido tan celebrado como cuestionado por parte de la crítica internacional.
Hay también referencias históricas a la llamada Guerra Fría entre Estados Unidos y la entonces Unión Soviética, así como contextos bélicos de data más reciente que sirven para explicar el arco dramático de los personajes principales.