Rosendo Ardila Romero, pediatra, neonatológo y neumonólogo, explicó los efectos que tienen los gases lacrimógenos utilizados para dispersar manifestaciones cuando son esparcidos en espacios cerrados, causando daños graves, como lo sucedido, ayer, jueves 29 de junio, con los estudiantes de la Universidad Simón Bolívar (USB) que fueron detenidos arbitrariamente, esposados y subidos a un camión Cava, donde una vez dentro del vehículo los funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), les lanzaron una bomba lacrimógena y cerraron la puerta.
Según el médico, existen diferentes tipos de gases y todos tienen niveles diferentes de toxicidad, a pesar de ello, «todos cumplen con la función de causar malestar e incentivar a la persona a la desesperación y dispersión». Algunos de los síntomas de estos gases son lagrimeo intenso e inmediato, náuseas, vómitos, ahogo, secreción de mucosas, dificultad respiratoria, y dependiendo del tóxico y la exposición cercana del individuo, «las consecuencias pueden ser peores», explicó. «Cuando estos gases son utilizados en lugares cerrados los síntomas son más fuertes y en casos de personas con factores predisponentes a una enfermedad respiratoria, asma, personas fumadoras y entre otras condiciones; la persistente hiperactividad bronquial (…) puede causar el colapso vascular del individuo», añadió Ardila.
En este sentido, el médico Ardila indicó que con el caso de los jóvenes de la USB expuestos a estos gases tóxicos en un camión cerrado « pudo haber ocurrido una tragedia y la intensión era clara”. El doctor dijo: “en esas condiciones las consecuencias pueden ser letales” y aseveró que “lo único que se buscaba en ese momento por parte de los policías era la tortura”. «A pesar de que aún no se tienen noticias sobre el estado físico de los retenidos, existe la posibilidad de daños permanente», agregó.
Otro aspecto importante sobre los gases tóxicos, para Ardila, es que la ciudad de Caracas se ha visto sobreexpuesta a esos gases y manifestó “eso a la larga puede traer consecuencias graves para el ser humano”. “Lo más grave es que esta toxicidad puede durar en el ambiente hasta 7 días y llegar al punto de impregnarse en él”, aseveró.
Finalmente, indicó que recomienda “evitar exponerse a estos gases” y “en caso de exponerse, utilizar abundante agua y jabón, también son útiles las soluciones salinas y colirios para los ojos”.
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